SENSACIONES

SENSACIONES
Nuestras sensaciones más íntimas...

jueves, 29 de octubre de 2009

CONVIVIR ENTRE LOBOS

Dos manadas de lobos habitaban un extenso territorio dividido por un pequeño río. La manada de lobos grises al Sur y los lobos blancos al Norte. El lobo gris Alfa levantó las fauces, olfateó el ambiente, miró a su manada hambrienta descansando en el inmenso hueco negro que tenía por guarida. La hembra Alfa movió la cola en señal de afecto, de inmediato se incorporó sobre sus cuatro patas. Se puso en alerta y olfateó la sequedad lóbrega del desierto. De inmediato salió raudamente, de su madriguera maloliente escondida en lo más profundo del desierto y captó el sofocante calor del inmenso arenal, la tierra árida, la falta de alimentos y agua. Volteó y miró su manada, todos hambrientos, con muchas necesidades, más bocas que alimentar y no había cómo hacerlo; pero, estaban preparados disciplinada y físicamente aptos para la lucha por la supervivencia.
La caza era infructuosa, habitaban un territorio despoblado y desolado, no había cómo abastecerse. Sabía que al Norte, existía un territorio con buenas tierras, lleno de bosques fértiles, agua y mucha fauna silvestre para alimentar a su manada hambrienta. Esa comarca era apetecible, siempre lo fue. Envidiaba a los habitantes de esas tierras, rumiaba por lo bajo su rencor, deseó invadirlo y adueñarse de sus tierras, bosques y aguas. Como antes lo hicieron sus antepasados porque sus enemigos eran muy confiados.
Ideó la forma de acercarse a sus enemigos, con una piel de oveja y convencerlos de las grandes ventajas que le ofrecía. Así, aprovecharía la abundancia del territorio vecino, planteó un acuerdo, con muchas ventajas para su manada. Se valió de su poder de convencimiento y logró persuadir al lobo alfa de la manada del nororiente, este habitaba cerca al gran lago en las alturas andinas. Los Nororientales eran inescrupulosos, le daba lo mismo aliarse con una u otra manada, así lo hicieron en el pasado.
Estaba convencido que su enemigo aceptaría, había conquistado el corazón y la mente de algunos lobos del bando contrario, sus colaboracionistas. El lobo gris, con una sonrisa hipócrita y muchas mentiras convenció a los representantes del lobo blanco. Logró inicialmente la aprobación, pero, la manada del lobo blanco, se percató que los habían engañado y aullaron noche y día, reclamaron por las ventajas que les dieron a los lobos grises. El lobo gris y las eminencias grises de su manada, sus autoridades, la misma manada en pleno se reunieron y soltaron miles de agravios e insultos contra los habitantes del otro lado. Nuevamente se frustró la negociación y le cayó la noche a la manada gris.
Un día que el sol salía por el horizonte dejando caer sus primeros rayos, el lobo gris decidió cazar en territorio ajeno, su hembra escuchó el mensaje y se colocó rápidamente a su lado y meneó la cola, en señal de asentimiento. Detrás de él salieron los otros integrantes de la manada y en correcta formación se desplazaron en busca de alimento. Cada quien por su ruta de siempre, olfateando el ambiente y remarcando su territorio. En la madriguera había nuevas bocas que alimentar y todos los cazadores debían salir en busca de alimento, mientras en casa quedaban dos hembras cuidando a los cachorros. Esa era la rutina de la manada. Alimentar y cuidar a los críos es la misión de todo jefe de manada.
El desplazamiento fue rápido, cada lobo se ubicaba de acuerdo a su jerarquía social, ni más ni menos, adelante el Alfa macho y la hembra a su lado, este olfateó el viento y lanzó un aullido que se desplazó por todo su territorio, el eco se escuchó en las quebradas, valles y montañas, y subió por las laderas y estalló en los oídos de sus adversarios. Al otro lado de su territorio el lobo blanco Alfa líder de la otra manada respondió alargando el aullido. De inmediato el instinto le avisó, son los grises que vienen por alimento. Aulló con su característica usual cuando se trataba de peligro y los componentes de su manada dejaron lo que hacían y se pusieron en alerta, esperando la orden del jefe.
Esta lanzó un gruñido fuerte, metálico y todos se desplazaron rápidamente hacia sus lugares de responsabilidad en su territorio. Sabían que esa mañana se encontrarían las fauces de las dos manadas, se volvía a reeditar las interminables luchas que tenían ambas manadas por dominar el territorio ajeno y cualquier cosa podía pasar, como, no regresar a la madriguera nunca más.
De pronto la manada blanca se detuvo en seco, el macho Alfa había detectado peligro, era un olor desconocido, quién osó invadir mi territorio gruñó el lobo blanco. Aguzó el oído, sus músculos se tensaron, las patas se pegaron a tierra y se agazapó para atacar, los demás optaron por lo mismo, algunos buscaron refugio en los matorrales, se cubrieron de la visión, más no del olfato enemigo.
Sí, el lobo gris había ingresado sin autorización al territorio del lobo blanco. De pronto en una pequeña loma este divisó a su enemigo el lobo blanco, aullando y moviendo la cola, enseñando las fauces, agresivamente. Habían tenido tres encuentros durante su vida. La primera cuando ambos acompañaban en la caza a sus respectivos padres, cada uno en su territorio y solo se olfatearon, como si se respetaran y cada uno se fue con su manada al interior de su territorio. Esta mañana los lobos grises no regresarían a su territorio sin vencer a sus enemigos y llevarse todo el botín capturado. Así fue, al final de la lucha vencieron los lobos grises, porque aprovecharon mejor las debilidades de los blancos, especialmente sus falencias, su falta de preparación y la desarticulación existente entre sus líderes y la manada.
Los lobos blancos cayeron por su improvisación, su falta de preparación, es que todo lo tenían al alcance de la mano, buenas tierras, buena caza, bosques y agua a disposición, y nunca se preocuparon por cuidar su territorio. Fueron traicionados por algunos integrantes de la manada, que se vendieron al enemigo.

EL DICK

Olga con sus casi ochenta almanaques a cuestas recorrió lentamente la distancia, que la separaba del taxi a la vereda frente a su antigua vivienda en Jauja. Buscó la llave de la puerta entre sus pertenencias, la cogió lentamente y la acercó a sus ojos, la visión poco a poco le había disminuido. Era presa de una miopía muy aguda y la sordera del oído izquierdo, la obligaba a girar para escuchar cuando le dirigían la palabra. Por un momento se detuvo, los recuerdos se agolparon aceleradamente en su mente, introdujo la antigua llave en la cerradura, que cinco décadas atrás utilizaba para esta actividad y por fin abrió la puerta.
El añejo portón de Pino con más de cien años de soledad, giró y respondió con un sonido gutural, que salió como un ahogo infrahumano y un chirriar agudo de sus goznes, que le recordó tiempos mejores. Olga creyó escuchar el eco de un ladrido, que la hizo tensar sus músculos y agudizar el oído derecho, un fantasmal grito que llegaba del pasado, pensó-el Dick ha regresado-, emocionada apuró sus pasos. Ingresó al interior del patio y recorrió con sus ojos vivaces su entorno, mirando de hito en hito, cada detalle y comparando con las imágenes que llevaba en su mente. Todo había cambiado, ya nunca más sería el mismo hogar que la meciera en su infancia y juventud. Miró la pequeña fuente de agua en el centro y la caída de agua de su pileta central, estaba vacía, inerte, triste y anciana como ella.
De pronto la casa entera recibió un haz de luz intenso, ella ingresó en un túnel interminable, por un instante se impresionó, pero, recobró la tranquilidad cuando vió al final una pavesa, caminó rápidamente en esa dirección y se vio asimisma en el centro del patio, rodeada de flores multicolores: rosas rojas y blancas, geranios y claveles, cartuchos y anturios de color rojo y blanco. Se sentó en el borde del estanque, mojó sus pies y el reflejo que le devolvió el espejo de agua, la sorprendió. Tenía 28 años y a su lado estaba el Dick, su mascota, ladrando amigablemente, moviéndole la cola y haciendo malabares venciendo la gravedad.
El Dick era un perro cruzado; pero, en sus venas corría sangre de un Braco alemán, de extraordinarias características para la caza y el rastreo de la presa. Había llegado a la casa un año antes, fue un regalo del director del hospital, muy amigo de Olga. Dick era experto en recuperar las presas, casi siempre patos salvajes y huallatas que Pepe, hermano menor de Olga cazaba en la cercana laguna de Paca ubicada a cinco kilómetros de la ciudad.
Un toque fuerte en la puerta y Olga aceleró sus pasos y abrió, era Luisa su amiga desde los años de la primaria, conversaron amenamente y Luisa le recordó que ese día en la Iglesia Matriz de la ciudad, se casaba el ingeniero Florencio Artigas, el “Cacique”, prominente hacendado, de 35 años y el mejor partido de la zona central, soltero muy codiciado. Ese mediodía numerosas mujeres verían esfumarse sus sueños de ser la señora de Artigas y estarían presenciando el matrimonio corroídas por la envidia. Los habitantes de la ciudad sabían que Artigas era un picaflor, un mujeriego, había tenido amores clandestinos con muchas mujeres, las ciudades de Tarma, Huancayo y Jauja fueron bastiones de sus amoríos, de todas ellas supo librarse bien.
Las malas lenguas de la ciudad, los correos de trasmisión que se movían en los lonches y en las reuniones sociales, decían que se casaba con la bella Rosalba de 19 abriles, hija de otro hacendado de Huancayo, porque estaba embarazada y Florencio no había podido escurrirse de este bache de su vida. Aún no se notaba la barriga a Rosalba, la empleada de su casa había comentado con una amiga que trabajaba en otra residencia de esta ciudad andina, que ella estaba con todos los malestares propios del embarazo, el padre de la joven estaba que echaba pestes por los cuatro costados y le había dado un plazo perentorio a su futuro yerno, sino, era capaz de cualquier cosa. El rumor llegó a Jauja en un milisegundo, así se enteraron las chismosas de la ciudad y la bola creció y creció.
A las 11:30 de esa mañana, Olga y Luisa se encaminaron rápidamente a la Iglesia, no querían perderse ningún detalle, desde el ingreso de los novios, asistentes, el vestido de ella, etc. No se percataron que el Dick las seguía, caminaban conversando amenamente, en la ciudad no había sucedido nada interesante en los últimos 50 años. Quince minutos después y mientras el sol se elevaba hasta el cenit y algunas nubes grises se levantaban del Levante, el ingeniero Artigas salía de su residencia en la calle José Gálvez con su terno gris, su peinada a la gomina, un gran puro en los labios, los vecinos que lo observaron a través de las persianas de sus ventanales, siempre lo recordarían, su rostro no denotaba felicidad alguna, más bien había un tinte de tristeza, quizás de sorpresa, el cazador había caído en su propia red.
Subió a su moderno Ford rojo compañero de aventuras amorosas, lo encendió, miró su reloj y calculó su tiempo, pensó-tengo tiempo para recorrerla- y recorrió la ciudad velozmente, bajó hasta el cementerio general, subió por la calle Grau, al ingresar a la plaza frenó bruscamente y escuchó un aullido de dolor y siguió, la hora le ganaba, estacionó su auto frente a la Iglesia, bajó, se arregló la ropa e ingresó para esperar a la novia.
Advertidas por Rubén amigo de la familia, Olga y Luisa, salieron de la Iglesia, alargaron sus pasos, atravesaron la Plaza de Armas, en la esquina vieron un tumulto, se abrieron paso desesperadas y se sorprendieron, al ver el cadáver inerte de Dick, había sido atropellado por Artigas minutos antes, ambas lloraron y regresaron a casa con el Dick en brazos, para enterrarlo a los pies del viejo eucalipto.

EL ROSAL DE IRENE

Irene abrió los ojos, recordó a su madre, escuchó el incesante balido de las ovejas y el particular canto del gallo giro. Sonrió acicalándose frente al espejo en su baño. Abrió el ventanal, sintió la luz divina del sol ingresar por sus cortinas y miró su jardín. La lluvia cayó muy suavemente en la madrugada, se notaba en las hojas y flores, se observaba en el verdor del pasto, que parecía una alfombra formada por millones de gotas del rocío. Iría de frente al jardín, observaría los brotes del rosal que había sembrado dos meses atrás. Luego a la panadería Flor Silvestre, a comprar lo necesario para el buen desayuno, faltaban treinta minutos para que su padre bajara al gran comedor.
Extasiada por momentos, se perdía en sus sueños de niña-adolescente, se veía flotar en el aire, volar en los brazos de un Pegaso, recorriendo su mundo, mirando desde las alturas la ciudad, su calle, la casa y especialmente su jardín tan querido, en el que había puesto todo su esfuerzo para sembrar diferentes clases de flores. Todas sus flores eran hermosas y emanaban un olor característico, ella moría por sus rosas. Eran unas rosas fuertes, hermosas y enormes, color rojo sangre, una sola cabía en su mano.
Faltaban dos días para partir a la gran ciudad, tenía que salir de la provincia y estudiar en la capital, soñaba con estudiar enfermería. Lo había decidido aconsejada por una tía y su esposo médico quienes trabajaban en el hospital general de la provincia. Quería ser enfermera como su madre, su bella madre, la abandono seis años atrás, partió a su destino final. Ella sabía que quienes se quedaban en la ciudad pequeña, hombres y mujeres, eran seres derrotados. En la provincia eran escasas las oportunidades de estudio y casi nulas las de un buen trabajo.
Algunos perdían la batalla de la vida al final de la secundaria, se dedicaban de cuerpo entero al dios Baco. Los que partían en pos de superarse, eran los menos, los demás vivían adorando las tardes de futbol y las noches en cualquier bar de la ciudad, cantando boleros y rancheras, mientras el etanol se apoderaba de sus últimos refugios y sueños. Irene sabía todo eso, por un hermano quien había perdido la batalla y se dejó arrastrar por los amigos. El caso de las mujeres era peor, muchas esperaron al famoso “príncipe azul”, que casi nunca llegaba, o caían presas de algún oportunista, quien les dejaba un recuerdo para toda la vida.
Irene sonrió para sí, salió a la calle y fue directamente a la panadería, compró el pan, los huevos y el jamón del país, muy sabroso y regresó de inmediato. Dejó las compras en la cocina y esperó que Matilde, la vieja empleada hirviera la leche recién ordeñada. Matilde vivía con la familia hacía muchas lunas, había criado al papá de Irene y a sus hermanos, eran tres. Cocinaba y mantenía limpia la casa. Irene cariñosamente la llamaba con el diminutivo de Mati, ella sonreía con gran sencillez y sinceridad y le pedía que esperara los tres hervores reglamentarios de la leche, “así mataban los microbios”.
Al poco rato ingresó Manuel, padre de Irene, pidió su desayuno con su gran vozarrón, Mati salió volando de la cocina con la bandeja en las manos, ella sabía que no debía demorarse. Irene conversó con su padre y le hizo conocer sus inquietudes y temores sobre el viaje a la capital. El padre miró con ojos bondadosos a su única hija, le dijo que no debía tener ningún temor, pues iba a la casa de un hermano, que hacía muchos años vivía en la capital. Allí viviría, junto a sus primos, solo le pidió que estudiara con bastante responsabilidad, lo demás debía dejarlo en manos de su padre, quien para todo tenía una solución.
Los dos días para Irene pasaron volando, entre despedida y despedida de sus amigas, la compra de algunos encargos para la familia y la preparación del viaje. Se percató, cuando la noche anterior Mati fue a su dormitorio para rogarle se cuidara en la gran ciudad, y no la olvidara. Ambas mujeres se confundieron en un abrazo, brotaron los sentimientos y lloraron en silencio, recordando a la madre fallecida.
Muy temprano al día siguiente, Irene visitó su jardín, se despidió con pena de cada una de sus flores, muy brevemente porque faltaba poco tiempo para la partida del bus. Tomó su desayuno al vuelo y luego de asearse, salió llevando sus bártulos. Se despidió de Matilde, de Marcial y volvió la vista a su jardín, y sus ojos se nublaron de tristeza. De la casa a la agencia eran tan solo cinco minutos, fueron los más largos de su vida. El Bus partió a la hora señalada y las lagrimas y besos menudearon, abrazó fuertemente a su padre y partió a la gran ciudad.
Los años pasaron muy rápidamente, ocho en total, los mensajes entre hija y padre fueron muy copiosos y abundantes. Irene terminó la carrera de enfermería y consiguió trabajo en una clínica privada, muy bien remunerada. Ella siempre tenía presente su jardín, y guardaba la foto que Mati le había entregado al partir. Se preguntaba habitualmente-cómo estará mi jardín, mi rosal-. Su padre usualmente le informaba que todo estaba bien. Una tarde de marzo, recibió una noticia muy triste, su padre había enfermado gravemente y era urgente su presencia en su provincia. Ella agarró lo que pudo y partió de Lima en el primer carro que encontró, su regreso fue muy triste pensando en lo peor. Llegó a su terruño por la tarde, una lluvia fuerte le dio la bienvenida y rápidamente se dirigió a su casa, al abrir la puerta del que era su hogar, se encontró con Mati, quien la recibió con un abrazo y llorando, le informó que su padre había fallecido una hora antes, fulminado por un ataque cardiaco, precisamente en el instante en que amorosamente arreglaba el hermoso rosal de su hija.

viernes, 17 de julio de 2009

LABERINTO

Salí del laberinto en que se había convertido nuestra vida,
me perdí de tus desvelos y tus lagrimas,
me aparté de tus reproches.

No estaré nunca más en tus sueños,
porque ellos volaron tras el horizonte
donde se esconde el olvido.

Tras la frontera de la vida,
donde se pierde el calor,
adonde se mudan los deseos

Donde las ansiedades inastisfechas
se hacen insondables
donde muere la fe y la esperanza languidece.

No estaré allí para escucharte
el tiempo se acabó para ti
hoy partí y no regresaré...

lunes, 15 de junio de 2009

El Machismo, en el Evangelio según Jesucristo, de José Saramago.Breve Ensayo

El machismo es según el diccionario -un conjunto de actitudes, conductas, prácticas sociales y creencias destinadas a justificar y promover el mantenimiento de formas discriminatorias y lesivas hacia las mujeres y a los que exhiben comportamientos de género femenino no siendo mujeres-. Tradicionalmente desde la antigüedad y en algunas culturas asiáticas y latinoamericanas aún permanece. El machismo ha estado asociado a la jerarquización y subordinación de los roles familiares en favor de la mayor comodidad y bienestar de los hombres, en desmedro de las mujeres.
Eso sucedía en la época en que Jesús vino al mundo, los hombres eran los guías de las familias y un hombre, Moisés, guió al rebaño en busca de tierra prometida, por ello no era inusual este comportamiento en esa sociedad. José elevó los brazos al cielo y pronunció aquella oración terrible (…) Alabado seas tú, Señor, nuestro Dios, rey del universo, por no haberme hecho mujer (…), dijo María (…) Alabado seas tú, Señor, que me hiciste conforme a tu voluntad (…) (José Saramago, 21).
(…) María trabaja como todas las mujeres, cardando, hilando y tejiendo las ropas de casa (…) (…) bajando a la fuente para acarrear el agua, luego cuesta arriba, por los caminos empinados, con un gran cántaro en la cabeza (…) (…) Todo este arsenal reunido daría una carga más apropiada para ser transportada a casa a lomo de burro, pero la bestia está adscrita a José (…) (José Saramago, 23). Se considera que es machista asignar el trabajo más reconocido o menos fatigoso para los hombres, José era carpintero y no uno bueno, pues no le hizo una buena cama a María, dormían sobre petate.
También es parte del machismo el uso de algún tipo de violencia sistemática hacia las mujeres con el fin de mantener un control emocional o jerárquico sobre ellas. El machismo es considerado como una forma de coacción no necesariamente física, sino psicológica, innumerables veces han derivado en violencia que de alguna manera afecta a la mujer, al hogar, los hijos y extensivamente a la sociedad entera.
(…) María va a la sinagoga, entra por la puerta lateral que la ley impone a las mujeres(…) (José Saramago, 23), la mujer estaba para cumplir los caprichos del hombre, para servirle la comida y luego alimentarse con lo que quedaba, no podía hablar mientras no se le preguntara, no podía ingresar en el templo a lugares a los que solo el hombre podía entrar, debía seguir a su marido a donde fuere, aún sin ninguna explicación; sin embargo en medio de todas esta dominación, María al abordar respuestas a inquietudes de su marido José, llegaba a conocer las intenciones y deseos de su marido, sin que éste se percatara, conservar par sí el poder del silencio era importante para ella.
Asistimos a través de la lectura a la humanización de la familia de Jesús, José, María y el entorno social de la comunidad y alrededores donde vivían, la interrelación con los demás personas de su hábitat, son descritos desde una óptica humana con sus propias costumbres sociales y religiosas, sus vidas, temores, dudas, celos, sentimientos y creencias como si fueran personas normales y corrientes(…)Entró José, venía con expresión interrogativa, una mirada perpleja y desconfiada que intentaban disimular(…) (…) Estás segura de que el mendigo cogió la tierra del suelo, volvió a preguntar(…) (José Saramago, 26). (…) y María, de pie, esperando que él acabase para después comer ella (…) (José Saramago, 23).
Costumbres ancestrales, enraizadas en las sociedades desde que el homo sapiens poblara la tierra, no podía ser de otra manera dentro del contexto de la época en que se desarrolla la novela. Es cierto que el relato de la vida de Jesús y su paso por la tierra está al alcance de la comprensión, del razonamiento, de una manera más perceptible al entendimiento humano, de una manera más real y humana quitándole ese halo misterioso y divino que la iglesia se ha encargado de hacernos conocer. Porque finalmente lo que predica Jesús es amor, arrepentimiento por los pecados cometidos, no el de los primeros padres Adán y Eva, sino los que se cometían los hombres en nombre de Dios y la justicia.
Si bien es cierto, el hombre era responsable de su familia, las decisiones las tomaba él y todos obedecían, se explica en una sociedad en la que ellos vivían, donde las creencias religiosas, la lectura de la Tora o palabra de los profetas, la interpretación de las leyes de Dios, los consejos u orientaciones a aquellos necesitados, de fe, estaban a cargo de hombres, de ancianos llamados los doctores de la fe, por tanto ninguna mujer podía intervenir en esas actividades, les estaba vedado el ingreso en la sinagoga a ciertos lugares.
Pero los hombres no tomaban sus decisiones libremente, todo debía estar de acuerdo a las enseñanzas de la religión, a la práctica religiosa de esa época, por eso José ante sus dudas y tribulaciones, que eran realmente celos los que él sentía, optó por consultar al consejo de ancianos, ante sus dudas y por temor a Dios debía aclarar el encuentro de María con el mendigo y lo que ellos conversaron(…) Por fin, habiéndose preguntado si debería poner en conocimiento de los ancianos de la sinagoga el sospechoso caso del mendigo desconocido(…) (José Saramago, 27).
María es avasallada en sus derechos y dignidad, sometida a un interrogatorio en su propia vivienda, por tres ancianos emisarios de los sacerdotes de la sinagoga, ante presencia de los vecinos que casi siempre son curiosos y se encargan de expandir a los cuatro vientos lo sucedido. Tal decisión tomada por los sacerdotes, un interrogatorio en el que se le considera culpable de algo que no cometió, pero que a los ojos del marido por sus dudas y temores debía responder como toda buena esposa.
No existe peor ignominia, peor afrenta para una mujer, que ser sometida a una interpelación de esa naturaleza, propiciado por las dudas, por los celos infundados del marido, quien debía creer y confiar en ella. Pero el entorno social y las costumbres eran más fuertes que sus convicciones y José aún siendo marido no era dueño de sus decisiones, debía consultar y obtener el sabio consejo de los ancianos de la sinagoga, para tener el espíritu en paz.
Sin embargo, pese a las actividades , los quehaceres de todo hogar modesto, María debía además llevar y hacerse llevadera su propia vida y del ser que en su interior iba creciendo, algunas satisfacciones espirituales, pequeñas alegrías, reconocimientos a su labor debía tener en un mundo gobernado por los hombres, supeditado a la sabias decisiones de los hombres (…) Un buen recuerdo que María guardó siempre de esta Pascua tan prometedora fue el de no haber tenido que participar en la preparación de las comidas y que le hubieran dispensado de servir a los hombres(…) (José Saramago, 37)
Pronto José y María deben partir a Jerusalén para ser censados por orden de Herodes gobernador de las provincias de Judea, Samaria, Perea, etc. debían desplazarse para cumplir con el censo, (…) Los hombres caminan delante, formando un grupo, y con ellos van los chicos que han cumplido ya trece años, mientras que las mujeres, las niñas y las viejas de todas las edades(…) (José Saramago,39) van por los caminos de Dios, acompañados por otras familias que se desplazan organizados para evitar a los ladrones, que los había y los salteadores de caminos, por las noches acampaban y tenían una especie de servicio de seguridad. (…) entre las mujeres María es la única que va en cinta (…) (José Saramago, 39); aún en su preñez, María debe sobreponerse a su situación y sacar fuerzas de flaqueza, comprende que ella no es una mujer cualquiera, es la elegida para traer al Mesías y comprende que esa es una gran responsabilidad.
Durante el embarazo de María José tuvo que guardar abstinencia como lo manda las leyes religiosas y humanas, respetar la gravidez de su mujer era importante, pero hombre al fin, José era preso de pensamiento voluptuosos, de deseos sexuales como cualquier varón, sentía las hormonas excitadas, pero todo se apagó, porque recordó que el mendigo estaba presente en todos los lugares por donde se desplazaban, lo había visto acompañando a María, José nuevamente era preso de su inseguridad, de sus dudas, de la desconfianza que se apoderaba de su corazón, pero tenía temor de preguntarle a su mujer por el hombre que aparecía entre las mujeres en el camino (…) No tuvo valor para preguntarle a la mujer qué hombre era aquél y si sabía por dónde se fue, porque no quería oír la respuesta que temía (…) (José Saramago, 50)
María mujer al fin, humana, llegará a Belén con los dolores propios de un parto, José apura el paso para encontrar un lugar donde cobijarse, pero por el censo no hay hospedajes para ellos, deberán conformarse en una cueva, cedidas por una familia, allí junto a los animales María traerá al mundo al hijo de Dios hecho hombre, con los dolores, llanto y fluidos propios de un parto humano, asistido por Zelomi, la esclava que también es comadrona. Así de la oscuridad de la cueva, de esa caverna, nacerá la luz que iluminará la conciencia de los hombres para lavar el pecado de nuestros padres y el arrepentimiento sea la panacea espiritual de los impíos y pecadores.
Herodes, hombre impío, pecador impenitente, enfermo, en su lecho preso de una enfermedad grave, es informado del nacimiento del Mesías, del nuevo Dios, ordena muerte a los niños hasta los tres años, José escucha una conversación de tres soldados (…) Cuántos vamos a ir, No lo sé todavía, pero seremos los suficientes para rodear la aldea. Y la orden es matarlos a todos, A todos no, solo a los que tengan menos de tres años (…) (José Saramago, 77), se plantean las interrogantes ¿por qué no le advirtió el carpintero José a todas las madres de Israel lo que José sabe: que Herodes va a asesinar a todos los recién nacidos del reino? ¿Por qué? ¿Para salvar a Jesús, para que Jesús cumpla su destino, que será, también, la suerte de la muerte? ¿Reserva José a Jesús para la muerte en el Gólgota? ¿Por eso lo salva de Herodes? Y los demás, todos los otros niños, ¿esos qué?
Saramago esboza en la novela muchas respuestas a interrogantes que la iglesia católica no ha sabido explicar, por los vacíos que tiene la Biblia, como: cuántos hermanos tuvo Jesús, por qué él solo es hijo de Dios y los otros ocho hermanos no lo son, cuáles eran las actividades de niño, qué estudiaba desde niño, cómo mantenía José a su prole, etc. Según el relato nos trasmite la idea dominante del contexto en el cual el papel de la mujer fue creada principalmente para servir al hombre, para escuchar sus decisiones, nunca para ser escuchada, o la noción de que la crueldad existente en este mundo no la repara Dios, como está en su poder hacerlo.
Indudablemente que es difícil responder por qué José no advirtió a los padres de los niños menores de tres años que iban a ser asesinados por orden de Herodes, la primera reacción instintiva de todo padre es tratar de salvar a su familia entera, como es este caso, José además no era un hombre preparado para afrontar retos de esta naturaleza, era un sencillo y honesto carpintero dedicado a su trabajo y su familia, por ende no estaba en capacidad de pensar en los demás, de enfrentarse al poder de los romanos, probablemente este sea su pecado, en todo caso un pecado benial y no uno grave que merezca la muerte que tuvo.
Siendo el hombre el responsable de conducir el hogar, de tomar las decisiones más convenientes para su familia, causó realmente un terremoto cuando José al ir a rescatar a su amigo Ananías a la ciudad de Efesios, es capturado por las fuerzas romanas como sospechoso de subversivo, juzgado y crucificado junto a otros cuarenta que sí lo eran, siendo él el único inocente, la muerte de José padre de Jesús es quizás el castigo que merecía según las costumbres de la época, por haber pecado dejando que mueran niños inocentes en Belén por orden de Herodes Antipas. Hoy se habla de un Dios que perdona, siendo bueno y omnipotente, que nunca castigaría a ningún cristiano.
María al enterarse de la muerte de José su marido en Séforis, marcha a esa ciudad acompañada de Jesús y el golpe moral para ella y Jesús cuando ambos lo encuentran es mortal, al regresar a Nazareth al encuentro de sus otros hijos no responde a la pregunta de sus hijos sobre el padre, Jesús muestra las sandalias de su padre y todos rompen en llanto. A partir de ese momento Jesús con apenas trece años se hará cargo de ser la cabeza de familia según la tradición judía y ella como mujer tratará de responder a una serie de inquietudes que tiene su hijo relacionados con un sueño premonitorio que lo lleva a la desesperación. La madre tratará de explicarle a Jesús lo que desea saber, que su padre José tuvo sueños similares, le jura hacerlo solo si persisten, le explicará lo que soñaba el padre, siempre bajo la amenaza sutil de que él sabe todo y su madre no le debe mentir, la práctica del machismo existente en las costumbres se hace nuevamente realidad con el hijo(…) Jesús dijo, Cumple lo que juraste, y María respondió sin rodeos(…)(…)(José Saramago, 133), las explicaciones no satisfacen a Jesús, Responderás a todas las preguntas que yo te haga, responderé, dijo María(…)(…)(José Saramago, 133). Así Jesús sabrá que el padre tenía esos sueños tenebrosos a partir de la muerte de los inocentes de Belén, asesinados por orden de Herodes, mientras José preso de desesperación trataba de salvar a su primogénito.
Jesús siente opresión en su corazón, haberse enterado que murieron muchos niños en Belén solo para salvarlo a él, reprocha al padre muerto su actitud, no acepta la realidad tal como ha sucedido, no puede exculpar a su padre porque lo considera responsable de la muerte de inocentes, ese es el pecado que marcará la muerte del hijo(…)Mi padre sabía que los niños iban a ser muertos(…) (…) Mi padre mató a los niños de Belén(…) (José Saramago, 134)
Pasado dos días de estas revelaciones, cargando un pecado tan grande que lo abruma, lo entorpece, no lo deja descansar tranquilo, es tan fuerte que lo obligan a desdeñar las muestras de amor y comprensión de su sufrida madre, quien se empeña en despejar las dudas de Jesús respecto a su padre José, éste hombre y humano al fin, que ha cometido errores. Jesús abandonará la casa materna para afrontar su propio destino, que lo llevará finalmente a su crucifixión en el Gólgota, para limpiar del pecado al mundo, escribiendo su propio evangelio, como cualquier ser humano que carga su historia, sus alegrías, sus penas, sus tribulaciones y todo aquello que lo acompaña en su vida.
Abordamos el tema del machismo en esta obra de Saramago porque, debemos recordar que en esa época y siendo esta una historia de Jesús desde sus nacimiento hasta su muerte, ninguna mujer podría repudiar a su marido, debían respeto y sumisión a sus maridos, la palabra del hombre era ley para las mujeres, la iglesia ejercía un dominio total en sus decisiones. Actualmente cualquier víctima de un marido irresponsable, borracho, incestuoso, infiel, etc., se aferra a la Iglesia como una institución que la protege. Porque no sólo se trata de la vida privada de las personas sino también de un problema cultural más extenso y profundo, que es la indefensión de las mujeres, sobre todo de las humildes y desvalidas, frente a los hombres, sobre todo los poderosos e influyentes.
Y en ese contexto los valores conservadores que aún persisten en sociedades como las nuestras, son la defensa y protección de la institución de la familia, y de su estructura tradicional, ciertamente con predominio del varón y cierta situación de inferioridad de la mujer, aunque en estos tiempos está cambiando este concepto, debido a la fuerte presencia de mujeres en cargos que antes eran reservados solo para hombres, a diferencia de la época de Jesús en que la mujer estaba solo para servir a las necesidades del hombre y por ende a la sociedad eminentemente machista de ese entonces.

sábado, 16 de mayo de 2009

DOLOR LACERANTE


Monte lúgubre, crucifixión, dolor y llanto,
penas, oraciones, lamento,
tristezas y sahumerios.

Jesús agoniza cada día, en esa esquina, en ese bar,
en cada troncho, en cada alma de niño,
en cada niña desnuda en la selva de cemento.

El monte en tinieblas como la vida,
lagrimas en las mejillas,
todos los creyentes hincados.

Oscuridad en el firmamento,
temor en los rostros patibularios,
sudoración y nerviosismo.

Huyen despavoridos
ojos cerrados
con su propio pecado a cuestas.

¿La conciencia existe?

En los sueños de los pobres…

martes, 12 de mayo de 2009

Tiempo sin límite

No sé cuál es el límite del tiempo
no sé si el tiempo cambia o es permanente
no sé si tú estás con el tiempo en los brazos
no sé si el tiempo marca tu ritmo
el tiempo pasa y no regresa

Sí, el tiempo pasa y tú estás ausente
no vale las disculpas
no sirve de nada las molestias
solo sé que tu marchaste con el tiempo
y entonces mis ojos lloran de tristeza

Y por qué lloran mis ojos
porque mi espiritu está convencido
que solo soy un paradero de transito
no soy el paradero final de tu vida
solo un sueño inalcansable.

Solo eso soy y tú lo sabes
sabes que te amo y me desarmo por ti
sabes que pierdo la batalla por ti
sabes que nunca te alcanzaré
sabes que estás en el infinito.

sábado, 2 de mayo de 2009

PARA CARLOS MENDOZA UN GRAN AMIGO


CUANDO UN HIJO SE VA, DEJA TRISTEZA Y DOLOR TRAS SU PARTIDA, PÉTALOS DE SUFRIMIENTO Y LLANTO, MARCAN SUS PASOS HACIA LA CASA DE DIOS.

CUANDO UN ESPOSO Y PADRE SE VA, LA QUIETUD DEL TIEMPO NO SE MUEVE NI CON EL HURACÁN MÁS PODEROSO DEL PLANETA, PERO ESTE HURACÁN ABRE SUS PUERTAS, ANTE UN HOMBRE ENÉRGICO Y DECIDIDO EN SU CAMINAR.

CUANDO UN HERMANO SE VA, LLORAN LOS SAUCES Y LAS MAGNOLIAS, LLORAN LAS MADRESELVAS Y LOS ANTURIOS. LLORAN LOS HOMBRES, PORQUE SE DESPIDE UN HOMBRE. PARTE UN HOMBRE HONESTO Y GENEROSO.

CUANDO UN AMIGO SE VA, ASÍ COMO HOY, RODEADO DEL CARIÑO Y APRECIO DE SUS FAMILIARES Y AMIGOS, EL DOLOR DISMINUYE Y LA TRISTEZA SE TRANSFORMA POCO A POCO EN ALEGRÍA, PORQUE CAMINA A PASO RESUELTO HACIA LOS BRAZOS DE CRISTO QUE LO ESPERA.

Y EN ESA MORADA FINAL, EL PARAÍSO ADONDE TODOS IRREMEDIABLEMENTE TENDREMOS QUE LLEGAR ALGÚN DÍA, ÉL ENCONTRARÁ LA PAZ Y LA FELICIDAD ETERNA, NOS ESPERARÁ CON LA ALEGRÍA PINTADA EN SU ROSTRO Y NOS DARÁ LA BIENVENIDA.

CARLOS MENDOZA GRACEY, QUERIDO HERMANO, HOY NUEVAMENTE TE VEMOS CORRER EN ESA PISTA INMENSA DEL CIELO ETERNO, DE ESTE CIELO AZUL, RODEADO DE ÁNGELES, EN TU INTERMINABLE CARRERA PARA ALCANZAR LA META.

ESTAMOS SEGUROS QUE LO LOGRARÁS, ASÍ COMO LOGRASTE LAS PRESEAS DEPORTIVAS Y TRIUNFOS PROFESIONALES, PARA NUESTRO PAÍS, NUESTRA INSTITUCIÓN Y TU QUERIDA FAMILIA, CUANDO COMPARTISTE TU VIDA TERRENA CON NOSOTROS.

miércoles, 8 de abril de 2009

EL REFUGIO


A ese lugar ubicado a escasos minutos del camino, llega un tropel de jóvenes con la adrenalina al tope, la noticia llegó en un microsegundo, dicen que el local es bien paja, hoy se inaugura vienen con el ánimo lujurioso, desbordante.

A la vera del camino la figura de una mujer luminosa vestida de rojo púrpura hace la clásica señal de llévame con el pulgar, es una invitación soslayada para ingresar mientras el aceitunado portero brinda su blanca sonrisa.

Llegaron al Refugio, vaya nombre sugestivo, de forma circular, pasarela central, espejos en las paredes que reflejan la recreación con luces de colores y piso alfombrado de rojo tentación.


Las luces se apagan, una ilumina el centro del escenario, aparece la figura de una mujer de cuerpo escultural, de escasos veinte abriles, inicia un baile seductor al compás de una melodía pop del momento.

Mueve cadenciosamente sus caderas, con voluptuosidad se acerca a los varones para seducirlos con su magia hecha baile, su sensualidad a flor de labios roba las miradas, los machos levantan su copa y brindan por ella.

Con movimientos felinos se quita la ropa, una algarabía enorme estalla cuando queda como Eva en el Paraíso, mientras permanece con una sonrisa de niña inocente, duda a quien brindar su última prenda.

Midiendo sus pasos se retira lentamente, dejando un halo de misterio y seducción, ocultando la vergüenza con sus manos, tan pequeñas que no alcanzan a cubrirla; la música se pierde a los oídos como los aplausos.

El Almendro


El añejo almendro, con muchos setiembres a cuestas, permanece silencioso, inmutable e imperturbable mientras una suave brisa del invierno piurano lo deshoja una a una dejándolo desnudo.

Poco a poco se despoja de su carga ligera, sus hojas secas de un color oscuro en vaivén vuelan del viento a la superficie como aves marchitas desnudándolo de la cabeza a los pies.

Cada año en este tiempo muda de ropaje, luego se viste verde de la copa al tallo, brotan hojas nuevas, flores amarillas y el fruto pugna por abrazar el sol y ofrecernos su sabor agridulce.

Pocos se percatan de su desnudez impúdica, otros tantos miran y se alejan cambiados, solo el viejo jardinero lo contempla en pasmado silencio, son muchos años juntos.

Cuando él llegó, ya el árbol era adolescente, ambos se contemplan mutuamente, difícil saber qué emociones despiertan en sí mismos, un lacónico reproche por el cúmulo de hojas a sus pies que le causan demora en recoger.


Cuánto trabajo le das a tu compañero de vida, de días con y sin sol radiante que abraza, de suave frío y ventisca sin rumbo, de noches de vigilia y espacios abiertos, como aquella en que brotaste a la vida.

domingo, 8 de marzo de 2009

LOBOS CONTRA LOBOS (CUENTO)

Dos manadas de lobos habitaban un extenso territorio dividido por un pequeño río. La manada de lobos grises al Sur y los lobos blancos al Norte. El lobo gris Alfa levantó las fauces, olfateó el ambiente, miró a su manada hambrienta descansando en el inmenso hueco negro. La hembra Alfa movió la cola en señal de afecto, de inmediato se incorporó sobre sus cuatro patas. Se puso en alerta.
El lobo gris salió de su madriguera maloliente escondida en lo más profundo del desierto y captó el inmenso arenal, la tierra árida, la falta de alimentos y agua, volteó y miró su manada, todos hambrientos, con muchas necesidades, más bocas que alimentar y no había cómo hacerlo; pero, estaban preparados disciplinada y físicamente aptos para la lucha por la supervivencia. La necesidad y el territorio árido les exigía.
La caza diaria era infructuosa, vivían en un territorio despoblado y deshabitado, no había forma de abastecer a sus congéneres.
Sin embargo, sabía que subiendo hacia el Norte, existía un territorio donde podría encontrar buenas tierras, feraces lleno de bosques fértiles, agua, caza y muchas especies animales para alimentar su manada hambrienta. Solo había una dificultad, ese territorio les pertenecía por centurias a sus enemigos ancestrales.
Esa comarca le era apetecible, siempre lo fue desde que era un lobezno más. Envidiaba a los habitantes de esas tierras, rumiaba por lo bajo su rencor, deseó invadirlo y adueñarse de sus bienes, sus tierras y sus aguas. Como antes lo hicieron sus antepasados. Pero, ¿los tiempos habían cambiado? Dijo que no, estaban mejor preparados que antes.
Debía idear una forma más “civilizada” de acercarse a sus enemigos, ponerse una piel de oveja y convencerlos de las grandes ventajas que le ofrecía, así, aprovecharía la abundancia del territorio vecino, ideó un acuerdo, con muchas ventajas para su manada. Estaba seguro que su enemigo aceptaría, porque había conquistado el corazón y la mente de algunos lobos del bando contrario, eran sus colaboracionistas, existieron y existen en todas las manadas y épocas.
La loba gris Alfa había sido muy condescendiente con el lobo blanco, en una oportunidad que se encontraron en el lindero del bosque, hacía muchas lunas de ese encuentro fugaz. El lobo gris, esbozando una sonrisa hipócrita convenció a los representantes del lobo blanco. Así lo hizo y logró inicialmente la aprobación.
Pero los habitantes del otro territorio, la manada del lobo blanco, se percataron que los habían engañado y aullaron noche y día, reclamaron por las inmensas ventajas que les dieron a los lobos grises. El lobo gris y las eminencias grises de su manada, sus autoridades, la misma manada en pleno se reunieron y soltaron miles de agravios e insultos contra los habitantes del otro lado.
Nuevamente se frustró la negociación y le cayó la noche a la manda gris.Un día que el sol salía por el horizonte dejando caer sus primeros rayos, el lobo gris decidió cazar en territorio ajeno, su hembra escuchó el mensaje y se colocó rápidamente a su lado y meneó la cola, en señal de asentimiento. Detrás de él salieron los otros integrantes de la manada y en correcta formación se desplazaron en busca de alimento.
Cada quien por su ruta de siempre, olfateando el ambiente y remarcando su territorio.En la madriguera había nuevas bocas que alimentar, había nacido una camada de lobeznos y todos los cazadores debían salir en busca de alimento, mientras en casa quedaban dos hembras cuidando a los cachorros. Esa era la rutina de la manada. Alimentar y cuidar a los críos es la misión de todo jefe de manada.
El desplazamiento fue rápido, cada lobo se ubicaba de acuerdo a su jerarquía social, ni más ni menos, adelante el Alfa macho y la hembra a su lado, este olfateó el viento y lanzó un aullido que se desplazó por todo su territorio, el eco se escuchó en las quebradas, valles y montañas, y subió por las laderas y estalló en los oídos de sus adversarios.
Al otro lado de su territorio el lobo blanco Alfa líder de otra manada respondió alargando el aullido. De inmediato el instinto le avisó, son los grises que vienen por alimento. Aulló con su característica usual cuando se trataba de peligro y los componentes de su manada dejaron lo que hacían y se pusieron en alerta, esperando la orden del jefe.
Esta lanzó un gruñido fuerte, metálico y todos se desplazaron rápidamente hacia sus lugares de responsabilidad en su territorio. Sabían que esa mañana se encontrarían las fauces de las dos manadas, se volvía a reeditar las interminables luchas que tenían ambas manadas por dominar el territorio ajeno y cualquier cosa podía pasar, como, no regresar a la madriguera nunca más.De pronto la manada blanca se detuvo en seco, el macho Alfa había detectado peligro, era un olor desconocido, quién osó invadir mi territorio gruñó el lobo blanco.
Aguzó el oído, sus músculos se tensaron, las patas se pegaron a tierra y se agazapó para atacar, los demás optaron por lo mismo, algunos buscaron refugio en los matorrales, se cubrieron de la visión, más no del olfato enemigo.Sí, el lobo gris había ingresado sin autorización al territorio del lobo blanco.
De pronto en una pequeña loma este divisó a su enemigo el lobo blanco, aullando y moviendo la cola, enseñando las fauces, agresivamente. Habían tenido tres encuentros durante su vida. La primera cuando ambos acompañaban en la caza a sus respectivos padres, cada uno en su territorio y solo se olfatearon, como si se respetaran y cada uno se fue con su manada al interior de su territorio.
Esta mañana los lobos grises no regresarían a su territorio sin vencer a sus enemigos y llevar a su territorio todo lo incautado. Así fue, al final de la lucha vencieron los lobos grises, porque aprovecharon mejor las debilidades de los blancos. Los lobos blancos cayeron por su improvisación, su falta de preparación, es que todo lo tenían al alcance de la mano, buenas tierras, buena alimentación, bosques y agua a disposición y nunca se preocuparon por cuidar su territorio. Fueron traicionados por algunos integrantes de la manada.

jueves, 5 de marzo de 2009

El poder del voto en Blanco, Breve Ensayo sobre la lucidez, de José Saramago.

Al igual que en otras naciones, en nuestra historia republicana muchas han sido las oportunidades en que diferentes personajes políticos, han propuesto a la población como una alternativa el voto en blanco o viciado. Durante la campaña electoral del 2001, hubo una propuesta política por el voto en blanco y viciado, esta cruzada estuvo encabezada por el escritor Álvaro Vargas Llosa y el periodista Jaime Bayly, quienes pidieron votar en blanco o viciado a la población, porque consideraban que Toledo y García, por distintas razones, estaban incapacitados moralmente para gobernar.

Se colocaron como adalides a la cabeza de ese vasto sector de la población que opinaba y seguramente hoy continúa opinando como ellos; además el 02 de junio de 2001, la ex secretaria de EEUU, Madelaine Albright, urgió a los peruanos a rechazar la campaña por el voto en blanco y a optar por un candidato en las elecciones presidenciales. Albright encabezaba en esa oportunidad la delegación de observadores internacionales en la segunda vuelta de los comicios en los que se disputa la presidencia el ex presidente Alan García y el economista Alejandro Toledo.

Este hecho aparentemente singular siempre se ha presentado en nuestra vida política y se vuelve a repetir cuando la población se percata que quienes están de candidatos son personajes que viven de la política, que están acostumbrados a no cumplir con sus promesas o, han estado involucrados en presuntos actos de corrupción y por tanto han perdido credibilidad y tiene su imagen muy deteriorada ante la población, que debe elegir entre un candidato malo y uno peor, esto mismo se repite en cualquier país, ciudad o región de la tierra (…)Los votos válidos no llegaban al veinticinco por ciento, distribuidos entre el partido de la derecha, trece por ciento, partido del medio, nueve por ciento, y partido de la izquierda, dos y medio por ciento.

Poquísimos los votos nulos, poquísimas las abstenciones. Todos los otros, más del setenta por ciento de la totalidad, estaban en blanco (…) (José Saramago, 31). Nuestro caso político se ha debatido desde hace 10 años como un péndulo, entre lo malo conocido o lo bueno por conocer, cuando todas las ofertas políticas están envilecidas, lo que está fallando es el sistema y lo que procede es votar en blanco, que es la mejor opción cuando se es demócrata y las ofertas y programas no tienen suficiente dignidad cívica, porque esa es un potestad del elector

Frente al incumplimiento de las promesas tantas veces repetidas a la población, la falta de un consenso democrático, la necesidad de programas de ayuda social a los sectores más pobres, crece en diversas sociedades y también en la nuestra, cierta indiferencia hacia los asuntos que atiende la clase política, y como sistema autoritario que se va sembrando silenciosamente un sentimiento de rechazo, así, en algunas oportunidades se impulsa el abstencionismo, como una estrategia política, coartando, conteniendo y desmotivando la intervención civil en los asuntos de gobierno.

El peligro que representa para el estado de derecho el hecho que los individuos se desentiendan de los asuntos de la administración pública y se recluyan en sus intereses privados, es grave. El abstencionismo varía en su significado de acuerdo con el grado de madurez de democracia alcanzada en el lugar o país que se trate (democracias estables y desarrolladas, o democracias en transición). Entonces será que el voto en blanco es un voto responsable de ciudadanos que por diferentes razones de conciencia no se sienten representados por los partidos políticos existentes.

El voto en blanco, no puede ser considerado como antidemocrático, el voto en blanco es igual de democrático que cualquier voto que se emita en las urnas, lo que sucede es que este voto asusta a los partidos políticos porque, no se puede identificar al votante porque el voto es secreto, el elector que vota en blanco no puede ser acusado de subversivo, ni antidemocrático porque está ejerciendo su derecho constitucional de elegir una opción, porque además es alguien que no está satisfecho con el funcionamiento de la democracia y escoge esa manera de expresarlo, lo que no se ha probado hasta ahora, no existe información si este voto es eficaz, pero de lo que estamos seguros es que sí sirve para mejorar la relación entre políticos y la sociedad, aunque la causa sea el temor.

El voto en blanco es considerado como un peligro para la democracia por los gobiernos y políticos de los partidos, ven un riesgo frente a la decisión soberana de la sociedad, de no elegir ninguna de las opciones que se presentan, les causa preocupación. Muchas autoridades no duermen bien, temen ser declarados ilegítimos, porque ineptos son, por tanto deben hacer lo imposible para buscar y encontrar a los responsables, desplegar a sus servicio de inteligencia y encontrar las causas que motivan el gran porcentaje del voto en blanco (…)(La impresionante tranquilidad de los votantes en las calles y dentro de los colegios electorales no se correspondía con la disposición de ánimo en los gabinetes de los ministros y en las sedes de los partidos.

La cuestión que más les preocupa a unos y otros es hasta dónde alcanzará esta vez la abstención(…) (José Saramago, 42), pero el voto en blanco también podría ser considerado como, mucho más que una abstención, porque quien vota en blanco, en realidad, asume una actitud activa, combativa y cuestionadora frente al sistema imperante, pues al no va elegir a ninguno de los contendientes está expresando un rechazo a la totalidad de las ofertas electorales que se le presentan y ese rechazo equivale a un severo cuestionamiento al sistema político en bloque, expresa la enérgica protesta del votante por la ausencia de opciones electorales renovadas, serias y responsables (…) (De esta, manera entre espías y vigilantes, entre magnetófonos y cámaras de vídeo, todo parecía seguro y bien seguro, a cubierta de de cualquier interferencia maligna que desvirtuase la pureza del acto electoral(…) (José Saramago, 44)

(…)(El gobierno, reconociendo que la votación de hoy confirma, agravándola, la tendencia verificada el pasado domingo y estando unánimemente de acuerdo sobre la necesidad de una seria investigación de las causas(…) (José Saramago,44), al no otorgar su preferencia a ningún partido, el votante en blanco está denunciando que existe una crisis de representación política generalizada y profunda, y está reclamando, por una vía indirecta, que el sistema político se renueve y que los partidos se abran a nuevas ideas, alternativas y propuestas.

Por ello es necesario que se promueva una amplia reforma política, que se traduzca en cambios estructurales, vinculados con la modernización de los partidos y con una absoluta transparencia en su funcionamiento y financiamiento, y en modificaciones operativas, entre las que se debatan el reemplazo del sistema de listas sábana en los grandes distritos del país y la posibilidad de otorgarle valor al voto en blanco.

Frente al hecho del alto porcentaje de votos en blanco en la segunda votación los gobiernos democráticos acostumbran a realizar una serie de conjeturas, van desde un atentado contra la seguridad del estado o contra la estabilidad democrática, hasta una conjura internacional de desestabilización política, ven enemigos en todas partes y mueven a sus agentes de seguridad del estado para ubicar entre los ciudadanos, partidos políticos de oposición y entre sospechosos del propio gobierno, a quienes estarían involucrados en tamaña aventura.

Sin embargo no se detienen a pensar, por un momento, que los causantes de ese voto en blanco son ellos mismos, quienes por voluntad propia se consideran los más lúcidos dentro de la organización, sin tener en cuenta que es todo lo contrario, esa enorme lucidez de la que hacen gala al momento de plantear sus promesas electorales, o la solución a los grandes problemas nacionales, prácticamente se convierte en una severa la ceguera, la que los sigue abrazando y equivocadamente creen tener la verdad cuando buscan un chivo expiatorio.

Por eso el voto en blanco es considerado un poder, que está en manos del vecino, porque el ciudadano común y corriente ejerce su derecho, su soberanía, cuando le da su voto al gobernante para que en su nombre y representación gobierne, pero también lo veta cuando vota en blanco, porque el voto en blanco es un desprecio a los políticos que trafican con las legítimas aspiraciones de los pueblos.

lunes, 16 de febrero de 2009

La tormentosa soledad de Amaranta Buendía, en “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez.


Macondo es una aldea fundada por Arcadio Buendía y veintiún intrépidos hombres con sus familias, luego de una penosa travesía por la sierra colombiana, suman un total de trescientos habitantes. Macondo se hace realidad “fruto de un sueño de casas con paredes de espejo”, que nunca pudo descifrar. Alejada de la modernidad, en medio de ciénagas, a la rivera de un río pedregoso, en cuyas orillas la gente acopiaba agua para sus principales necesidades, nació la aldea solitaria y aislada de la civilización y de la modernidad. Planeada, organizada y distribuida por José Arcadio Buendía
Pareciera que la soledad territorial de Macondo se contagiaba a los habitantes de la ciudad en ciernes, como una maldición se expande y toca a la familia Buendía conformada por dos primos, José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán ellos tuvieron tres hijos José Arcadio, Aureliano Buendía y Amaranta. Al nacer sus hijos a Ursula siempre la asaltaron los temores propios de las costumbres, el incesto era practica normal por esos tiempos, la prohibición de casarse entre familiares porque les nacían los hijos con cola de cerdo, quedaba tranquila cuando constataba que la maldición no les alcanzaba.
Desde su nacimiento Amarante llega y enfrenta la indiferencia del padre dedicado a sus actividades de alquimista, su hermano Arcadio había iniciado un romance con Pilar Ternera con quien tiene un hijo, Arcadio huye del pueblo con una gitana y abandona al hijo, Amaranta se hace cargo de su crianza. Mientras Ursula se dedica a la fabricación de caramelos, Amaranta y Arcadio son criados por Visitación una indígena guajira, de quien aprenden la lengua guajira y se niegan aprender el castellano, quizás aquí nace esa exclusión, esa separación, esa invisible barrera que pone ella entre su familia y su mundo de juegos y aprendizaje.
Durante la etapa de cambio de dientes, Amaranta y su sobrino Arcadio continuaban separados, excluidos del entorno familiar, faltos de amor filial, se comunicaban entre ellos y por intermedio de Visitación con sus familiares en la lengua guajira, (…) los hijos heredan las locuras de sus padres (…) (García Márquez, 49). El mundo de juegos de Amaranta y Arcadio se verá transformada por la llegada de Rebeca Montiel, una niña huérfana de Manaure, traída por unos traficantes de pieles, Rebeca sufrirá la pérdida familiar y le será difícil inicialmente acostumbrarse a su nuevo hogar y entablar una relación familiar con todos, principalmente con Amaranta.
Ni la enfermedad del insomnio, ni los arrebatos de la evasión de la memoria que obligó a Arcadio encontrar un fórmula para recordar los nombres, hicieron que la soledad de Macondo se viera trastocada, la pócima de Melquíades el gitano viejo, devolvió la luz a la memoria de José Arcadio Buendía. (…) tan ocupada estaba en sus prósperas empresas, que una tarde miró por distracción hacia el patio, mientras la india ayudaba a endulzar la masa, y vio a dos adolescentes desconocidas y hermosas (…) (García Márquez, 62) La indiferencia y los negocios de Úrsula aumentaron en el pueblo, éste crecía con la llegada de inmigrantes, progresaba la venta de caramelos y se diversificaba en la confección de panes y dulces que los habitantes de Macondo y del interior de la ciénaga consumían.
Úrsula viendo a Rebeca y Amaranta convertidas en adolescentes, le nació el deseo de mejorar las condiciones de vida de sus hijos, amplió la casa, la pinto de blanco, compró muebles vieneses nuevos de la gran ciudad y planeó una fiesta para inaugurarla, fiesta a la que asistirían los fundadores de Macondo y sus hijos.
Cuando Pietro Crespi joven italiano experto en música llegó a Macondo, para armar la pianola que los Buendía habían comprado para la gran fiesta, causó sorpresa por su pulcritud, educación, conocimientos musicales y de baile, provocó el interés de Amaranta y Rebeca, entre ellas surgió una rivalidad invisible. Pietro con la experiencia de un mundo lejano, moderno y avanzado, las envolvió en su halo perfumado de caballerosidad, cuando terminó sus labores dejó Macondo sumido en la tristeza y desesperación, abandonó también los corazones rotos de sus dos admiradoras, pero una solo sería correspondida, Rebeca lloró amargamente en su dormitorio la partida de su amado.
Pronto Rebeca tendría noticias de Pietro y será Amparo Moscote la hija del corregidor, quien la visitará y aprovechará para entregarle una carta de Pietro, muy disimuladamente pues Amaranta no despegaba el ojo de Amparo, así nació una amistad cómplice entre ellas. Amaranta se entera que Rebeca es la escogida por Pietro, el día fijado para la llegada del correo y este se retrasa, entonces Rebeca es presa de una crisis pasional que la llevó a un estado de depresión, con gritos de impotencia ante la lejanía de su amor y la falta de noticias. Amaranta también enfermó al enterarse que era Rebeca y no ella la correspondida, allí nació un rencor malsano contra Rebeca.
A partir de ese día Amaranta rumiaba en su interior la forma de separar a Pietro de Rebeca, no descansaría de sus ardides y emboscadas con el único propósito de separarlos, pero el amor que unía a Pietro y Rebeca soportó toda clase de interferencias.
El matrimonio de Aureliano Buendía y Remedios la hija menor del corregidor del pueblo, fue concertada en una noche de sexo de Aureliano con Pilar Ternera, causó revuelo y sorpresa en Macondo, Remedios era una niña cuando la pidió y una adolescente cuando se casó, apenas si había aprendido a la volada las actividades propias que debía cumplir como esposa.
José Arcadio Buendía decidió que Rebeca que era correspondida por Pietro Crespi se casara, que Amaranta viajaría a la gran ciudad para conocer otras personas y Aureliano se casaría con la niña Remedios. Rebeca recuperó la salud nuevamente, escribió una carta a su novio, Amaranta fingió estar de acuerdo con la decisión de su padre.
Pietro Crespi decide establecerse en macondo, abre un almacén para vender instrumentos musicales, forma un coro en la iglesia y formaliza su compromiso con Rebeca. Amaranta no cesa en su afán de romper ese vínculo y le confiesa su amor a Pietro, éste la trata como una chiquilla y le dice que tiene un hermano. La humillación recibida de Pietro catapulta en el interior de Amaranta su rencor al máximo, se acaba el amor que sentía por Pietro, en su mente diabólica urde una venganza, con un rencor violento guardado en el corazón, para impedir definitivamente la boda.
-(…) No te hagas ilusiones. Aunque me lleven al fin del mundo encontraré la manera de impedir que te cases, así tenga que matarte (…) (García Márquez, 81), fue la amenaza que recibió Rebeca de Amaranta al despedirse con un beso, cuando viajaba a la gran ciudad. El matrimonio de Rebeca y Pietro debía realizarse el mismo día que el de Arcadio con Remedios, pero una carta que llegó a Pietro indicando la próxima muerte de su madre frustró el enlace, Pietro viajó urgente a la gran ciudad, en el camino se cruzó con su madre que llegó puntual a la boda, Pietro regresó dos días después, sospechó de Amaranta como autora de la carta pero no habían pruebas.
Otro ardid tramado por Amaranta tuvo como cómplice involuntario al padre Nicanor quien inició una colecta pro construcción del templo nuevo, la obra demoraría tres años en culminar (…) la más afortunada será Rebeca(…), (…) te va tocar inaugurar la iglesia con tu boda(…) (García Márquez, 93).
Rebeca dejó de hablar definitivamente a Amaranta, discutieron acaloradamente, le increpó su interés en oponerse a la boda revistiendo sus acciones de una inocencia que no tenía, Amaranta en un rapto de odio exclamó para zanjar la discusión (…) Así no tendré que matarte en los próximos tres años (…) (García Márquez, 94).
Otro hecho luctuoso que demostraba la personalidad sicótico de Amaranta, fue el hecho que faltando un mes para el matrimonio, en su actitud febril de poner obstáculos, quitó las bolitas de naftalina colocados para proteger el vestido de novia que finalmente fue pasto de las polillas. Solo la diligencia de Amparo Moscote solucionó este problema faltando una semana.
Habiendo fracasado todos los intentos por impedir la boda de Rebeca, Amaranta resuelve dar muerta a su rival de amores, decidió utilizar laudano en un café para envenenar a Rebeca, lo haría el viernes día anterior al de la boda. Faltando una semana la amenaza de Amaranta se hace realidad, solo que la muerte que escoge a sus victimas con anticipación, llegó de manera fortuita a visitar a Remedios la esposa de Aureliano Buendía, Amaranta nuca se repuso de esta crisis de conciencia que la acompaño el resto de sus días.
Por esos días nació el hijo de Aureliano con Pilar Ternera al que llamaron Aureliano José, a la muerte de Remedios y como una forma de pagar su culpa Amaranta se hizo cargo del hijo de su hermano, lo adoptó como hijo suyo y se dedicó con mucho interés a su educación.
José Arcadio quien fugó con una gitana, regresó después de varios años a Macondo, había desarrollado enormemente, tenía tatuado todo el cuerpo y había recorrido los siete mares del mundo, llegó como se había ido pobre, pero con conocimiento de lo bueno, lo malo y lo feo de la naturaleza humana. Para Rebeca José Arcadio no paso desapercibido a diferencia de Amaranta que le causaba aversión su comportamiento vulgar y mundano, Rebeca lo comparó con Pietro y se percató que éste a su lado era un alfeñique, poco a poco buscaba su mirada, su compañía, se turbaba con la mirada de José Arcadio
El galanteo de José Arcadio hizo temblar de turbación a Rebeca, su pasión y deseo creció de manera exponencial, la dominó, lo siguió en sus pensamientos, en sus sueños húmedos, bajo sus sabanas como nunca antes, hasta que una noche silenciosamente, buscando la complicidad de las sombras y la oscuridad, ingresó al dormitorio de José Arcadio y se entregó con una pasión desconocida. Mientras él exclamaba en el clímax de la pasión nunca antes sentida (…) Ay, hermanita; hay, hermanita (…) (…) ella tuvo que hacer un esfuerzo sobrenatural para no morirse (…) (García Márquez, 102), de inmediato se casaron.
Pese a que el matrimonio de Rebeca con José Arcadio dejaba el camino libre para Amaranta hacia el corazón de Pietro Crespi, ésta nunca logró superar su odio hacia Rebeca, es que estaba celosa por la belleza de Rebeca que era superior y porque se casaba con su hermano. Lo cierto es que Amaranta era poco agraciada, atendía a Pietro con mucha diligencia, haciéndolo olvidar la terrible pesadilla de la traición de Rebeca, después de un tiempo le propuso matrimonio, esa sería una de las muchas propuestas, recibió una negativa de Amaranta, como tantas otras en el futuro.
La amistad entre Pietro Crespi y Amaranta era cada día más profunda, esa relación reverdeció en Amaranta la ternura olvidada, suspiraba y mostraba su alegría al lado de Pietro, aseguraba que éste había encendido su amor, la dicha trajo prosperidad al negocio de Pietro, quien hizo traer a su hermano menor. El tiempo pasaba rápidamente, el luto por Remedios ya no era importante, Pietro Crespi aguijoneado por el deseo tantas veces postergado, insistió nuevamente en pedir en matrimonio a Amaranta, grande fue su sorpresa cuando escuchó la respuesta de Amaranta (…)No seas ingenuo Crespi, ni muerta me casaré contigo(…) (García Márquez), 119) . Pietro Crespi desilusionado ante la realidad, con un dolor profundo en el corazón flechado por el amor dos veces y rechazado doblemente, no resistió y una noche se encerró en su almacén y se suicidó cortándose las venas el día de los muertos.
Gerineldo Márquez era un compañero de mucha confianza del coronel Aureliano Buendía, hacía muchos años que había puesto sus ojos sobre Amaranta, elle imperturbable siempre lo rechazaba, él insistía en pedirle en matrimonio en varias oportunidades (…) No me casaré con nadie, pero menos contigo (…) (García Márquez, 146). Úrsula viendo la insistencia del coronel Márquez que continuamente le pedía en matrimonio le dijo a Amaranta (…) Cásate con él, difícilmente encontrará un hombre como ese (…) Amaranta fingiendo disgusto respondió (…) No necesito estar casando hombres (García Márquez 147), esa noche Amaranta sintió un remordimiento comparable al que sintió con la muerte de Remedios.
Amaranta vio que José Aureliano ya era un hombre, desde niño lo bañó junto a ella desnuda, por las noches abandonaba su hamaca y se iba a dormir a su lado, luego ella inició un amor incestuoso con su sobrino, estos eran los únicos momento que la soledad de Amaranta quedaba aplanado por la consumación de sus deseos sexuales, que acabó cuando fueron sorprendido por Úrsula en el granero.
Durante más de cuatro años el coronel Gerineldo Márquez insistió en pedir en matrimonio a Amaranta y ella tantas veces lo rechazó sin herirlo, él incluso le prometió renunciar a la guerra, ella le dio su última respuesta (…) olvidémonos para siempre, ya somos demasiado viejos para estas cosas (…) (García Márquez, 173)
Amaranta envejecida por el odio de su corazón por su falta de interés en el amor, en medio de su soledad no podía escoger sus recuerdos, solo tenía espacio para los de Rebeca y su rencor que atenazaba su corazón mientras rendían pleitesía a su soledad quizás la única compañía en sus horas de aflicción era Remedios la bella cuando ambos comían en la cocina, continuó su vida solitaria, sabiendo que al otro lado de la ciudad vivía Rebeca.
Después de la muerte del coronel Aureliano Buendía al pie del castaño, Amaranta preparó su muerte con antelación, pero también la de Rebeca, para quien tejía una hermosa mortaja; después del último rechazo al coronel Gerineldo Márquez se internó en su cuarto y vivió solitaria.
Amaranta siempre pensó que moriría después de Rebeca, quien vivía su vejez solitaria viuda en compañía de una ama, Amaranta preparó su mortaja de común acuerdo con la muerte y su defunción acaeció cuando terminó de confeccionar su mortaja y en presencia de toda la población que le llevaba cartas para sus parientes muertos que se habían reunido en su casa.
Los varones, casi sin excepción, pero también las mujeres están marcadas por el signo de la soledad, el Coronel Aureliano Buendía, llora en el vientre de su madre, lo que para ella es una incapacidad para el amor. Amaranta nunca estuvo preparado para compartir su amor con un hombre, siempre se opuso a sus sentimientos, luchó contra ellos y finalmente murió en la vejez igual que Rebeca su rival de amores.

viernes, 30 de enero de 2009

PERRA NOCHE


Era una noche fría, el viento soplaba con ruido ensordecedor, las primeras gotas de lluvia caían sobre él, su viejo sobretodo inglés y el anticuado sombrero de su padre, protegían la incipiente calvicie que los años dejaban irremediablemente a su paso, mientras el ruido de la lluvia repiqueteaba al caer al suelo, su mente afiebrada avivaba sus malsanos pensamientos.

Roberto esperaba agazapado en una esquina, bajo la mortecina luz de un farol tan antiguo como la edad de sus abuelos a quienes el destino arrebató aún siendo niño y su padre que había fallecido la semana pasada; casi escondido, con sus ojos escrutadores miraba el panorama solitario, en un barrido ocular que despintaba la lluvia, no se le escapaba nada, ni nadie.

Desde su escondite vio a Rafael ingresar a la casa de Delia una mujer casada que le abría la puerta, el marido estaba enfermo y era de mayor edad, ella era una mujer muy joven, necesitaba con ansiedad ser amada, las sorpresas que guardaba y escondía la noche, bien decían que de noche “todos los gatos son pardos”.

Roberto rumiaba en silencio, su venganza tantas veces postergada por mil razones, pero esa noche de todas maneras lograría lo que tanto había esperado, el plan era perfecto y no podía fallar, así esperaba paciente a su victima, que pasara por ese lugar, por el que como un novenario de una beata, pasaba todas las noches rumbo a su hogar después de juerguear.

Pero, quién era la victima y ¿Por qué se demoraba tanto? , miró su reloj, contó el avance de las manecillas, le pareció que el tiempo volaba, había un retraso de 15 minutos, sentía que la paciencia se le agotaba, agarró con firmeza el arma escondida que llevaba en la cintura, lanzó una imprecación que ni se reconoció.

Maldijo mil veces a su próxima víctima, se había burlado de su hermana, la había utilizado como un objeto sexual, su pobre hermana sufría lo indecible, porque en sus entrañas llevaba el fruto de una violación. Arrancaría de este mundo al autor de tan execrable hecho, que hacía sufrir a sus padres y a su otro hermano, quien impotente por su malformación física, cada noche salía a buscar diversión, más por cobardía que por otra cosa.

De pronto a lo lejos aparece la silueta de una persona que camina en su dirección. Toma todas sus precauciones para no delatarse, mientras el desconocido avanza con paso lento, aparentemente cuidando no dar un mal paso,- los tragos y el juego fueron exuberantes- . Llevaba una gran perdida en los bolsillos, que diría a Mercedes, el dinero para pagar a los trabajadores se había esfumado en las garras de los tahúres nuevamente en el maldito casino.

Mientras tanto la lluvia aceleraba sus pasos, Roberto trata de escrutar a través de la fina lluvia, descubrir e identificar a la persona que se acercaba hacia él. Trata de adivinar, si es la persona que esa noche tiene una cita con la muerte en sus manos. La lluvia se intensifica, suena un trueno a lo lejos y un haz de luz ilumina el ambiente, Roberto se pega como chicle a la pared, buscando no ser descubierto.

Tenía que estar seguro que era él, no podía fallar esta vez. Mientras el otro avanzaba a una cita que ni el mismo podía adivinar, iba sonriente, había gozado de los placeres mundanos que le ofrecía el casino. Juego y mujeres una combinación letal para los bolsillos angurrientos, pero que alimentaban su espíritu y naturaleza sensualista.

La lluvia caía sobre las calaminas del techo de la casa adyacente, martillando un sonido raro. Parecía una canción lúgubre, triste, melancólica, era el presagio de una muerte segura que el destino le programaba. Poco a poco el desconocido se acercaba, faltaba pocos pasos para llegar a la altura de Roberto.

Roberto lleva la mano a la cintura saca la pistola y quita el seguro, esperó, contuvo la respiración, tenía temor que él otro se diera cuenta, que lo descubriera y todo fuera un fracaso, quería aprovechar la sorpresa, disparar dos tiros en plena frente, tirar el arma y salir caminando, felizmente estaba con guantes y no dejaría huellas.

Mientras el otro que venía silbando una vieja canción, casi a dos pasos de distancia, se detiene bruscamente, saca su cajetilla de cigarros y prende uno, el haz de luz le da en el rostro, lanza una bocanada, la precipitación apaga el cigarro y el agua se dispersa por el camino, la lluvia cuenta sus gotas cada vez con más fuerza.

Roberto está apuntando a su enemigo, cuando está a punto de disparar, reconoce a la persona que esperaba, se percata con gran sorpresa que se trata de su hermano menor Jorge, quien lo reconoce al instante pese a los tragos que llevaba en el cuerpo, le sonríe y pregunta ¿qué haces escondido hermano?, no me dirás que Mercedes te ha mandado buscarme.

Roberto lanzó una imprecación, maldijo el momento, el azar, la coincidencia, el instante, el lugar, guardó rápidamente la pistola, su hermano no se percató de la maniobra. Por un momento pensó -casi mato a mi propio hermano Jorge- que regresaba como todas las noche del casino, se abrazan ambos y en el momento que van a emprender el camino juntos, a su lado pasa Samuel Aragonés, -qué hacen los hermanos Castrillón a estas horas en medio de la lluvia-

Ambos contestan el saludo y Roberto solo atina a mover su cabeza abrazando a su hermano, piensa- ¡maldito te salvaste hoy!

sábado, 24 de enero de 2009

PIQUES CORTOS.


Joshua, Roberto, George y John, son cuatro amigos de la clase alta limeña, como todos los jóvenes acomodados han estudiado en colegios privados de la capital, viven con generosidad hedonista, full diversión cada noche de semana, en las playas de Asia o, en la vías y avenidas importantes de los barrios residenciales, haciendo los conocidos piques, aprovechando la falta de control de sus padres.

A estos jóvenes no se les escapan las hembritas de otros barrios de clase media o baja, a donde acuden a “practicar” sus grandes dotes de don Juan. Así muchas veces no solo se burlan luego de lograr satisfacer sus instintos animales, sino que cada uno en innumerables ocasiones no reconocen los embarazos, más bien les sirve para vanagloriarse y alimentar su ego.

Cada fin de semana, buscan divertirse a su manera, como han sido acostumbrados y mimados desde niños, con sus automóviles de lujo que oscilan entre los $50,000 y $70,000 dólares cada uno, que papito les regaló para que no los molesten, mientras ellas y ellos se dedican al te, la canasta o tirarse una canita al aire con la secretaria joven, o los filetes que abundan en Miraflores.

Las madres aburridas por el paso de los años, con una crecida ludopatía algunas y otras empedernidamente ludópatas, viven y sueñan para el juego, las apuestas, ellas dicen que así se distraen y dejan de joder en casa. La lucha contra la gordura es permanente, sus cuerpos flácidos a punta de dietas y por falta ejercicios. El Spa y los gimnasios de moda son visitados rutinariamente, pero solo es un lugar de tertulia, de conversación, los maquilladores, la mayoría gay, se ganan con los datos que escuchan de tal o cual mujer.

Abandonadas a su suerte por el desinterés de sus maridos, también maduros como ellas, acuden a los casinos de moda. Lugares lúdicos donde buscan ansiosamente ganar en las apuestas, buscando la mirada de los jóvenes que van a esos lugares en busca de una “vieja” que les levante el bolsillo. Ansiosas esperan que un joven pose sus ojos en sus regordetas figuras. La ansiedad las domina y se les lee en los ojos, cuerpos y almas que sufren por el abandono de las caricias amorosas. Quieren ser amadas urgentemente, con desesperación y ansiedad. Les sobra billete en la cartera y deseos entre las piernas.

Allí, en esos casinos de luces multicolores de figuras diabólicas y pisos alfombrados, no solo pierden el dinero que reciben generosamente de sus maridos o, lo que han heredado de sus padres, producto de una fortuna mal habida. En la mayoría de los casos salen acompañadas de jóvenes que se buscan un sencillo por satisfacer sus apetitos sexuales; además de su propia dignidad desperdiciada.

Mientras sus maridos en residencias alquiladas para sus citas clandestinas, dan rienda suelta a sus bajos instintos. Han bautizado los fines de semana como el día de la perdición, del adulterio. Día del matrimonio popular, arman bodas y cumpleaños de sus secretarias, despedidas de solteros y solteras. Siempre hay programadas supuestas “reuniones” de directorio, reuniones de emergencia por tal o, cual razón.

Sus círculos están cargados con mucho licor, perreo, música reggetonera, el hip hop y jóvenes acompañantes de clase A1, que satisfacen sus necesidades sexuales a cambio de dinero, pago de pensiones para estudios universitarios o regalo de departamentos y línea blanca.

Son en su mayoría dueños de empresa, funcionarios del Estado o de la empresa privada, ministros, congresistas y generales de las FFAA y PNP, que buscan explorar nuevos horizontes, nuevas aventuras para darle sentido a sus vidas; es que ya no encuentran en sus hogares lo que la madurez y los años han dejado en ellos y sus mujeres, quieren caricias de mujeres jóvenes, cuerpos duritos y aliento sensual y perfumes baratos.

Además el maquillaje y la liposucción no borran las huellas de los espacios, la flacidez de sus cuerpos, ni la pesadez de los fluidos corporales y sensoriales de sus mujeres, que deben aguantar por el contrato sagrado del matrimonio, por un papel firmado, al cual aborrecen y quieren incinerar, pero las costumbres de esta sociedad no los permite.

Ayer no fue un fin de semana cualquiera, hubo de todo, desde tragos exóticos y mujeres livianas y carreras hasta la medianoche, la policía ni se mete porque saben que recibirán una llamada de algún general de la policía amigo de los padres o socio en las empresas de seguridad, los vecinos tiene que aguantar el ruido molesto que provocan los vehículos de estos “hijitos de papá”, hasta cuándo, se preguntan algunos vecinos, molestos pero impotentes.

Pese a la gran amistad que había entre los cuatro amigos, existía una rivalidad entre Roberto y John, porque ambos eran atléticos, eran los que más conquistas habían logrado entre las chicas y los que no les interesaba llegar a la violación para saciar sus bajos instintos.

Una chica de nombre Margot había sido enamorada de John por varios meses, los amigos decían que estaban flechados ambos y las chicas juraban que llegarían al altar, pero se pelearon debido a que John era consumidor de marihuana y a ella no le gustaba esa nota.

Roberto en silencio deseaba a Margot, soñaba con ella, dormía con ella, el deseo era superior a su racionalidad; la observaba detenidamente cuando estaba al lado de su amigo, con su mirada lasciva la recorría de pies a cabeza, ella ya se había percatado de ello y le hacía el juego, a veces le sonreía de manera incitadora, otras veces lo miraba con indiferencia, pero él ahí, todo el tiempo, esperando su momento, para mostrarse.

Roberto sabia que su amigo ya había entrado en la intimidad de Margot, la había recorrido de pies a cabeza, como la canción, pero eso no le importaba, juraba mentalmente que esa hembra era para él, lo podía sentir, solo era cuestión de tiempo y él tenía mucha paciencia y esperaba que su amigo John la descuidara uno de esos días y “fierro a fondo”.

Así fue como una tarde se encontró con Margot en la Avenida Juárez y la saludó. Se preocupó por ella al observarla que venía con el rostro lloroso, había peleado definitivamente con John. Lo había sorprendido besando a una chica que había llegado al barrio, su reacción fue darle una cachetada en el rostro y salir corriendo.

Mientras Margot lloraba a cantaros, Roberto pensó-llegó mi oportunidad- la consoló cariñosamente, la apoyo moralmente con sanos consejos, la ayudó a llevar su pesada cruz, finalmente viéndola débil anímicamente la acompañó a su casa, la madre de Margot una mujer viuda había salido, estaban solos, el destino lo había colocado en posición muy ventajosa.

Ella se quejaba de haber sido demasiado fiel a John y este le pagaba con una mala moneda, Margot no dejaba de llorar, maquinalmente se dirigió al bar, ella agarró una botella de vino sirvió dos copas y le alcanzó uno a su acompañante, se sentaron junto y comenzaron a beber, pero ella seguía llorando buscando consuelo a su dolor, mientras él la seguía acariciando en el hombro y la ayudaba a desahogarse, le susurraba al oído palabras de consuelo.

Cuando de pronto ambos como llamados por un deseo malsano, se vieron así mismos acariciándose, besándose con desesperación y luego consumando una relación, donde se mezcló el sentimiento de venganza de ella, con el deseo sensual de él, tantas veces postergado y aguantado.

A partir de ese instante Margot salió con Roberto para olvidar a su antiguo amor y John buscó vengarse de ellos, una noche que la neblina se comía el piso, estaban reunidos los amigos en la esquina de la Avenida del Aire, porque John había desafiado a Roberto a un pique corto de medio kilómetro, el que ganaba se quedaría con Margot.

Ambos, antiguos amigos de aventuras y amores perdidos, hoy enemigos por el amor de una mujer, mientras los amigos hacían barra a uno y otro contrincante, estos aceleraban sus maquinas causando un ruido ensordecedor en la avenida y los vecinos en sus casas lanzaron imprecaciones que no se pueden reproducir.

Un fulano aburrido del ruido constante y continuo, del abuso de los pitucos y de la falta de seguridad ciudadana, la ausencia de tombos, a mitad de recorrido donde se realizaba la competencia, cruzó la pista de manera natural, como quien no quiere la cosa y de sus bolsillos comenzó a caer a la pista por donde pasarían los carros a toda velocidad un cúmulo de tachuelas gigantes, ya le había llegado todo, ruido, abusos, policía, tráfico, todo se iría a la porra.

Vió que los vehículos salieron a gran velocidad, a 300 metros Roberto ganaba por una nariz, precisamente en ese instante pisan el acelerador y llegando a los 400 metros las tachuelas hicieron su efecto reventando las cuatro llantas de ambos carros, y se produjo un accidente grave, al chocar ambas maquinas que los pilotos no pudieron controlar, quedando como saldo dos muertes espantosas.

Mientras sus padres se divierten a su manera, cada uno por su lado, al otro lado de la ciudad, así acabaron estos jóvenes amantes de la diversión, de los piques cortos. Con seguridad los familiares llorarán la ausencia de sus queridos hijos, pero está comprobado que eso será por unos días, luego retomarán sus actividades rutinarias. Quizá se arrepienten de no haber corregido a tiempo estos errores en el cuidado de sus hijos. Margot se quedó sola, perdió soga y cabra.

EL HONOR Y LA GLORIA


VAS CAMINANDO UN LARGO TRECHO DE TU EXISTENCIA
CARGANDO TUS BÁRTULOS COMO CUALQUIER MORTAL
PENSANDO QUE AUN QUEDA NADA PARA LA META
SINTIENDO QUE EL CANSANCIO TE QUIERE ALCANZAR
TÚ CONTINUAS EN EL INTENTO SIN DESMAYAR

NO TE IMPORTA LLEGAR EXHAUSTO A ESE LUGAR
TE SIENTES ANSIOSO DE VERLA Y TOCARLA
DE ESTRECHARLA EN TUS BRAZOS FUERTEMENTE
BESARLA Y ACARICIAR SU CUERPO DE DIOSA
QUE CEGARÁ LA POCA CONCIENCIA QUE TE QUEDA

ESTE CAMINO HA SIDO LARGO Y SU RUMBO SINUOSO
LLENO DE TENTACIONES, AMARGURAS Y DESTIERROS
CARGADOS DE ESE SABOR AGRIDULCE COMO LA TRISTEZA
COMO AQUEL DOLOR QUE NO CABE EN UNA COPA
PERO DUELE Y APRIETA EL CORAZÓN COMO UNA GARRA

MIENTRAS LA MISERIA MAS PROFUNDA DE ESTE MUNDO
LLENO DE HIPOCRESÍAS Y LETANÍAS POR DOQUIER
SE LEVANTA PRESUROSA AGUIJONEADA POR SU INACCIÓN CON MENTIRAS UNIVERSALES QUE ESCUCHAMOS A DIARIO
ROBUSTECIDAS DE INFAMIAS Y CARGADAS DE RECELOS

NO CONOCE DE LEALTADES, NI SACRIFICIOS DESMEDIDOS
SOLO LES PREOCUPA VITOREAR ZALAMERAMENTE
LAS VIRTUDES Y ALIMENTAR LA VANIDAD DE SUS MAYORES
DESTILANDO INJURIAS INFAMANTES PARA LOS DEMÁS
DEJANDO POR LOS SUELOS LA VIRTUD Y DECENCIA AJENA

ASÍ DE FRUSTRADA Y TENTADORA SE PRESENTA ESTA SUERTE
ESA DIOSA FORTUNA QUE TODOS ESPERAN TOQUE SU PUERTA
SOLO ALGUNOS ESCOGIDOS POR EL DESTINO DUBITATIVO
SON LOS QUE FINALMENTE SALEN A SU ENCUENTRO
PARA AGARRAR EL TRIUNFO EN SUS MANOS.

PERO EXISTEN OTROS Y MUCHOS MAS ATRÁS ESPERANDO
ARRASTRAN SUS POBREZAS Y MISERIAS POR CALLES Y PLAZAS
LEVANTANDO LAS MANOS VACÍAS PIDIENDO UN CENTAVO
UNA MIGAJA PARA SACIAR SU HAMBRE Y SED DE HONOR
SON LOS POBRES DESTERRADOS DE ESTE LUGAR AJENO

SE CONFORMAN CON LO QUE EL DESTINO LES BRINDA
NO LE PONEN CORAZÓN A SUS ACCIONES
LES FALTA VOLUNTAD PARA VENCER SE QUEJAN DE SU INCOMPRENSIÓN CON DESDÉN
LAS PUERTAS SE CIERRAN, TODOS NO PUEDEN ENTRAR
DENTRO ESTÁN LOS ESCOGIDOS, LOS PERSEVERANTES, LOS TRIUNFANTES
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