SENSACIONES

SENSACIONES
Nuestras sensaciones más íntimas...

miércoles, 19 de diciembre de 2012

La primavera se aferra al tiempo.

La mañana gris, fría y etérea llega cada día, la primavera no se va y la neblina es una costra, pegada en paredes de edificios y casas, tarda en despejarse y perderse  entre el smog.    
                                                    
Los hombres en el pozo se preparan para el trabajo, no hay descanso, no domingos, ni feriado largo, las maquinas calientan, un halo de vapor se eleva, una febril excitación domina el ambiente.   
                 
Las golondrinas trisan, van y vienen, hacen piruetas en el espacio, cambian de dirección en vuelo, hienden felices a media altura y rosando el suelo, nada las detiene en su rutina.     
                                                                 
Los gallinazos sisean, cabeza negra desnuda y arrugada, vuelan muy alto,  planean en círculos concéntricos, buscan corrientes de aire ascendentes, detectan el alimento con su larga vista. 
                                                                                       
Los aguiluchos se desperezan en el nido, con hambre, lanzan su chillido de alerta al viento, sus padres ausentes, el eucalipto se mece y las ramas se agitan, para ellos será un temblor o quizá un terremoto.

Los loros de cabeza roja, en bandadas invaden Lima, no se salvan los árboles de alamedas, plazas y avenidas, se adueñan de los retoños de los frutos y                                                                                               vuelan alegres con un sonido espectacular y característico.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

5 de diciembre. María Isabel.



Qué duda cabe, todos tenemos un día especial, una fecha que se guarda como un gran tesoro personal. Egoístamente es nuestro día, nadie nos lo puede arrebatar, somos sus amos y dueños por siempre. Perdurará el tiempo que Dios lo permita y será hasta agotar nuestros días, y la misión que vinimos a cumplir.

Ese día, es nuestro onomástico, nuestro cumpleaños, nuestro Hippy Birthday, representa el inicio de nuestra vida en la tierra. Convenimos entonces que, para todos, hay fechas importantes, fechas inolvidables, días incalculablemente memorables y momentos especiales por qué agradecer a Dios. Por los hijos y hermanos que nos aman, los amigos que nos acompañan por siempre y los compañeros de trabajo imperecederos.

Son fechas marcadas por el destino pues brillan con luz propia, son como el faro del mar, que cada noche orienta a los navegantes. Como la estela que fluye de la madre, que ilumina a la familia, acompañando al esposo y educando a los hijos. Hoy que el mundo está en caos, cuánta falta hace la sabiduría de la mujer en el hogar.

Son días especiales en nuestra vida, ¿alguien lo duda?  

Una fecha singular en el calendario de una vida llena de peripecias, anécdotas y vivencias que el tiempo no ha podido borrar. Una vida llena de aventuras, recorriendo los caminos del Perú, los lugares especiales, los paisajes imborrables, los contrastes naturales de la costa, sierra y selva, su flora y fauna, acompañando a tu amigo y compañero de vida, la otra mitad de tu ser.

Cuántos días soleados, con sol abrazador pegado a la carrocería, la escasa ventilación del desierto costero y la sed que envuelve. Noches plagadas de estrellas, recorriendo las carreteras de norte a sur y viceversa, traspasando dunas y grietas, protegiendo a la familia, cuidando al conductor cuando tomaba un descanso, luego de la agotadora jornada de cientos de kilómetros sin detenerse, cargando los bártulos de un lugar a otro de nuestro pequeño universo nacional, para cumplir con nuestro deber.  

5 de diciembre ¡Feliz día María Isabel! Esposa, amiga y compañera.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Publicado en El Dominical de El Comercio

El domingo 2 de diciembre del presente año y en el suplemento El Dominical del diario El Comercio, en la página 3, aparece una información referida a la producción del Fondo Editorial de la Universidad Alas Peruanas, en la que hacen referencia a las publicaciones que están entre las 10 más solicitadas y por supuesto más vendidas. Entre esos libros esta en el 8vo lugar "La Prensa limeña en la guerra con Chile". 

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Carta de agradecimiento de José Luis Santillán Rosales.


Queridos tíos de la Promoción Chocano Soto: 

Sean mis palabras de agradecimiento para la Promoción Chocano, por todos los actos nobles, desinteresados y desprendidos hacia la persona de mi Sr. Padre, él quiso luchar hasta el final, porque tenía compromisos pendientes con todos ustedes (Sus hermanos de toda la vida), compromisos de lealtad, de honor, de entrega, de compañerismo y suma amistad, ahora desde el cielo es un celoso guardián de todos los integrantes de tan digna Promoción.

Quiero mencionar en especial a los hombres y mujeres que dirigieron el barco hasta sus últimos días como son mi tío Pepe Soto, hermano del alma compañero y amigo cuántas anécdotas entre ustedes como la cristalería que, mi tío le rompía a mi tía Baty cuando él se molestaba, siempre nos contaba mucho de él, mi tío Toto Acosta que siempre con una sonrisa y donde lo agarraba, venia corriendo a socorrer alguna necesidad de mi papá, mi papá le tenía mucho aprecio inclusive me decía, que quería darle algo especial que nunca sabré que fue, a mi tío Carranza y mi tía Amparo que con una carajeada o una llamada de atención lo ponían en línea siempre pensando en su salud, estaba tan flaco que mi tío Manolo le tuvo que dar un pantalón, a mi tío el más gruñón pero de noble corazón, mi tío Castro que demostraba una dureza exterior, sin embargo, se quebraba internamente por su compañero de jaranas el chino, cuántos consejos me diste tío y estaré agradecido por siempre, a las dignas damas Chocano que siempre estuvieron pendientes de la salud de mi padre y del bienestar de nosotros, gracias de verdad y a todos los integrantes que de una u otra forma participaron en la recuperación de mi papa, dándole fuerzas y esperanzas de vida, que muy ganadas las tenia.

Mi papa el chino, tenia miedo a la muerte y me lo decía, pero mas miedo tenía que lo vieran sufrir, es por tal motivo que decidió partir y dejarnos en paz, no hubiéramos podido lograr abrazarlo, consentirlo, atenderlo, ni mimarlo durante su estadía en el hospital, sin la valiosa ayuda de ustedes, el registro de visitas que marcaba como a presos en su cuaderno quedará en la historia de los Santillán.

Gracias Chocano de todo corazón, siempre estarán presentes en nuestras mentes.

José Luis Santillán.
Kathya Santillán.
Arturo Santillán.

martes, 30 de octubre de 2012

cómo era mi madre


Fidel, un niño de apenas 8 años, huérfano de padre desde los 3 años y con la madre ausente casi desde que nació, vivía con su abuela Antonia de 65 años quien aun derrochaba fortaleza física, era una dama incansable y amaba entrañablemente a su nieto, desde que su hijo Rosendo padre de Fidel falleció en un accidente automovilístico y la madre María pretextando una enfermedad familiar en Lima, había dejado a Fidel al cuidado de Antonia, lo cierto es que, ella había abandonado a su hijo después de la muerte de su esposo, porque sintió que la responsabilidad de criar a un hijo sola, era muy grande y creía no estar a la altura de su responsabilidad. 

Fidel como todo niño de su edad, era alegre y entusiasta, pero a veces guardaba profundo silencio, como esa tarde en que, parado  frente a la ventana, abrió las cortinas de tul, miró cómo la tarde se disipaba en el horizonte, perdiéndose entre cactus, cerros y nubes rojizas, mientras los últimos rayos del sol se despedían, la población acostumbrada a esta rutina, se quedaba a oscuras por breves momentos, hasta que Dionisio  el electricista, prendía el grupo electrógeno que proveía de luz al pueblo, así los innumerables focos de casas, calles y plazas, se llenaban con una tenue luz mortecina, que alumbraba poco y los pequeños comercios y tiendas de abarrotes, volvían a la vida, no sin asegurarse tener muy cerca una lámpara de kerosene o unas velas, que para el efecto daba lo mismo, porque la energía se interrumpía en cualquier momento dado que el motor era muy viejo y la energía se cortaba a las 12 p.m todos los días en algunos sectores y de allí para adelante, la noche era gris totalmente, oscura, lóbrega, silenciosa y a merced de los malos instintos y del intenso frío helado. 

Fidel estaba allí, contemplativo y ensimismado frente al centenario escritorio de persiana modelo Bureau, de 18 cajones, cubierto por una tapa de cuero repujado y un vidrio grueso con filo metálico, que lo protegía de las inclemencias del tiempo, el porta sellos en una esquina, la botella de tinta vacía y la pluma vieja al costado junto al secante de rodillo, viejos trastes, mudos testigos del trabajo concienzudo del abuelo; estaban ahí, eran la prueba viviente de un trabajo duro y sacrificado que el abuelo de Fidel había desarrollado, escribiendo para el periódico de la ciudad. Se sentó en  la silla giratoria de caoba que había vivido sus mejores años, hoy rechinaba al girar bajo el peso del niño, muchos recuerdos le traía ese recinto, el abuelo ausente, el padre muerto, y la madre entrañable que no regresaba a verlo, por razones que ella solo conocía, quitándole luz y sabiduría a su vida. La abuela Antonia en la cocina preparando la cena, eran solo dos, la abuela y él, que cada día compartían los alimentos a una hora exacta, ya faltaba cuarentaicinco minutos para la cena.

Mientras se mecía en circulo sobre la silla, un juego que disfrutaba mucho cada noche, él trataba de encontrar respuestas a sus pequeñas inquietudes, tenía pocas, eran suficientes para su tierna edad, sin embargo, había las que le causaban mayor desasón y envolvían su pequeña cabeza: dónde estaba su madre, por qué se fue, cuándo volvería, estaba lejos de él, por qué la abuela no quería responder a sus preguntas; luego como cada noche observaba la pequeña sala, recorría con su mirada escrutadora, paseándola a sus anchas entre el espejo, el portasombreros, el arco y las flechas, la mecedora, los santos y sus pequeños altares, las velas apagadas y él mirando de hito en hito la fotografía del abuelo Atanasio bien al terno oscuro posando con su viejo violín en el brazo y la mirada hacia el horizonte.  Luego  paseaba su mirada sobre una fotografía amarillenta, volvió a mirarla, allí estaban sus abuelos jóvenes con su padre pequeño, lo guardo con cariño dentro de un álbum,  los libros empolvados de la pequeña biblioteca, en ella el abuelo coleccionaba Selecciones de Reader´s Digest se acercó a esta y empezó a ojearlas, había aprendido a leer precozmente, la profesora Aída le había enseñado en el colegio el uso del diccionario, el abuelo guardaba un pequeño Larousse ilustrado con el que Fidel resolvía las tareas de lenguaje; detrás de los libros grandes descubrió uno de pasta amarillenta, que le llamó la atención por el título, Corazón decía en letras rojas y más abajo el nombre del autor: Edmundo De Amicis, era el diario de un niño italiano, se sentó en el escritorio y empezó a hojear la obra, sus ojos habidos de interés repasaron hoja por hoja, inició con el índice organizado por meses y los títulos de los cuentos mensuales: El Pequeño Patriota Paduano, El Pequeño vigía lombardo y así avanzó hasta llegar al cuento mensual de mayo: De los Apeninos a los Andes,  leyó las primeras líneas y quedó cautivado por las imágenes que le trasmitía la lectura, se acomodó y continuo concentrado con mucho interés, cuando de pronto escuchó que su abuela lo llamaba para la cena, dudó en dejar el libro en el estante, luego lo agarró y se lo llevó al comedor, terminó de comer y después de asearse, nuevamente reanudó la lectura y su creciente interés iba en aumento conforme avanzaba, terminó de leer el cuento y sintió un gran alivio en su ser, había descubierto que el personaje central del cuento, era un niño como él de nombre Marcos, que había tomado la decisión de buscar a su madre Josefa quien había viajado a Buenos Aires en  Argentina en busca de trabajo, el relato de las peripecias y episodios que este niño sufrió durante el viaje de Italia a América y encontrar a su madre enferma en la casa de una familia, le hizo ver cuanta similitud existía entre Marcos y él, esa noche durmió feliz, porque decidió que buscaría a su madre de la misma forma que el personaje del cuento.

domingo, 28 de octubre de 2012

In Memoriam Luis Alberto Santillán Laos.


Anoche en el calor del hogar y en compañía de sus hijos, partió el “Chino” Santillán Laos al rencuentro con el ser supremo. El reino de Dios debe estar complacido, porque llegó  la alegría, la música, una fiesta hermosa habrán organizado para recibirlo. Partió como un valiente, no le tuvo miedo a la enfermedad ni a su secuela, supo aceptarla con una gran fe y optimismo. Nunca se echó. 

Siendo cadetes en nuestra Alma Mater, la Escuela Militar de Chorrillos, descubrimos una afinidad entre varios compañeros y fue la música que nos unió. Las voces, guitarras y canciones en los momentos de esparcimiento y en las misas sabatinas antes de salir de paseo. El “Chino” era el más entusiasta, dibujaba con una gran sonrisa su actuación, con un chiste o alguna frase expresada en el momento preciso.

Lucho con su hermosa sonrisa y su guitarra infaltable, conquistaron la platea. El “Chino” la acariciaba y le sacaba melodías bellas, diestramente manejada con la zurda. En pareja con Juan Zubiaga cantando inolvidables canciones del "Dúo dinámico". Las canciones de "Fedra y Maximiliano" con el suscrito y en las reuniones inolvidables de los artilleros, la música criolla con Tito Aurazo. Tantos escenarios recorrieron, su voz y su guitarra, cantó, encantó y conquistó. Dejó corazones remendados y un corazón que lo amó hasta el final, especialmente afligido. Con el taco en la mano conquistó amigos y preseas.

Atrás quedaron muchas buenas vivencias compartidas. Un protagonista formidable era el “Chino”. Recuerdos imborrables, en la bruma del tiempo en nuestra Escuela Militar. Se quedó vacío el viejo almacén de segundo año, las maniobras y servicios. Atrás quedó el dolor, los hincones, el sufrimiento y las penas. La Escuela, los instrumentos, la casa de Lalo Malca en Breña y esa fiesta inolvidable. La guitarra, la raqueta y el taco, mudos testigos de una vida llena de matices.

Las marchas de campaña, el rancho del Teniente Sánchez, las canciones de la nueva y vieja ola, los campeonatos obtenidos en tenis, atletismo y billar, toda una vida llena de alegrías y triunfos, y también de las otras, de esas que no faltan; pero, esas eran las menos importantes siendo trascendentales.

Así, partió a reunirse con Helena, se lo llevó esa terrible enfermedad que se le presentó sorpresivamente, un día de trabajo cualquiera, recorriendo las calles de esta vieja Lima, para enfrentar su destino y vivir la vida plenamente. La muerte llegó, venía agazapada, escondida, de manera subrepticia y se llevó a nuestro entrañable “Chino”. 

“¡Llora guitarra porque eres mi voz de dolor!”. 

¡Chino descansa en paz!      






domingo, 29 de julio de 2012

La embriaguez de la indiferencia, en “Ensayo sobre la ceguera” de José Saramago.


                                   Deseo iniciar  este breve  ensayo, primero, trayendo a colación una frase que me parece cae a esta novela de Saramago, como pedrada en ojo tuerto “No hay peor ciego que aquél que no quiere ver”, en segundo  lugar el nombre, por qué embriaguez de la indiferencia, porque el concepto de embriaguez nos dice que se trata de un estado de excitación psíquica y falta de coordinación motriz en una persona, causado por el alcohol, en este caso, eso es lo que sucede cuando la indiferencia copa a la persona y gana su psiquis.

(…) Estoy ciego, estoy ciego, repetía con desesperación mientras lo ayudaban a salir del coche y las lágrimas, al brotar, tornaron más brillantes, los ojos que el decía que estaban muertos(…)(José Saramago, 10) muchas veces no se necesita estar ciego para no ver las cosas que se suscitan cada día, los hechos pasan tan rápido, de manera vertiginosa a nuestro alrededor, que no tenemos tiempo de fijarnos en ellos y la mayoría de las veces somos insensibles ante ellos y guardamos prudencial distancia para no dejarnos absorber.

                                   Una especie de deshumanización se va apoderando de las sociedades, personas, victimas del desarrollo tecnológico, de la influencia de los medios de comunicación, de la globalización; así el deterioro del medio ambiente contribuye de una manera significativa en los cambios climáticos, que afectan a personas y comunidades indefensas como la nuestra y en el caso específico del friaje que afecta a nuestra zona andina, diariamente mueren niños y animales que conforman los bienes de las comunidades más pobres del país, mientras se apela a la solidaridad de las personas que responden  de manera inmediata, se nota la indiferencia marcada en la agenda del gobierno que está en la otra orilla, preocupado por las encuestas, en solucionar problemas menudos como la elección de los jueces del TC, el Defensor del pueblo y autoridades del BCR.

                                   (…)Pasen ustedes, es orden del doctor, es un caso urgente. La madre del chico estrábico protestó, el derecho es el derecho, ellos estaban primero y llevaban más de una hora esperando. Los otros enfermos la apoyaron en voz baja (…) (José Saramago, 20), pero por qué razón las personas demuestran tanta indiferencia con los problemas de los demás, es que todos caminan ligeramente apurados por solucionar los suyos, presionados por la influencia del sistema y los estímulos que reciben diariamente. Esto afecta el espíritu solidario, que debe caracterizar a las personas, nos cubre una coraza de cocodrilo en la piel y una de rinoceronte en el corazón, nos convertimos en individuos  egoístas, no tenemos tiempo para los demás, somos indiferentes, insensibles y ciegos, nos gana el dinamismo de la vida, queremos todo para nosotros y esta ceguera que a la vez es la misma indiferencia, es contagiosa, se ha convertido en una plaga, afecta a todas las personas, cuando más encumbrados están, mucho más lejos de la solidaridad se encuentran, mucho más cerca de la soberbia se estiman.

                                   (…)Si, como dice, mis ojos están perfectos, por qué estoy ciego, Por ahora no sé decírselo, vamos a tener que hacer exámenes más minuciosos)(…)José Saramago, 22), esta ceguera es  muy especial, con características singulares, por lo que no es una enfermedad que se encuentre dentro de los estándares que ven los médicos oculistas, sino al perecer, se trata de una dolencia que proviene del interior de la persona, cuando nos referimos a ello, ingresamos al mundo personal de cada individuo, a los sentimientos y haciéndolo extensivo a toda la raza humana, es una enfermedad que afecta las fibras más sensibles de cada uno, perturbando su comportamiento frente a los demás.

                                   Si nosotros buscamos abrir los ojos ante la realidad, debemos comprender que existen una serie de factores sociales, económicos, políticos y valores que norman la vida de una sociedad, que por influencia del desarrollo de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), hacen que nuestro mundo se desvirtúe cada día más, ese velo no nos deja ver a nuestro alrededor, miramos el árbol, pero no el bosque, esos valores se han perdido, con la supuesta libertad que actualmente gozamos todos, permitiendo desarrollar el instinto, más no lo racional del ser humano, al dejar postergadas las reglas que regulen las actitudes humanas.

                                   Como ya anotamos al principio, juega un papel importante los aspectos psicológicos de las personas, quienes son los protagonistas, como lo son: sus debilidades, su falta de valores, los miedos y la poca autoestima en las personas, que en la mayoría de los hechos y vivencias les impide ver esa luz real y verdadera y no aquella revestida de una ceguera que nace del interior y que le impide valorar a las personas en su justa dimensión para enfrentarse a situaciones que les producen temor, no olvidemos que el hombre es ciego por naturaleza, además es el ser que tropieza dos veces con la misma piedra.

                                   Esta enfermedad de la ceguera blanca que ataca al personaje de esta novela y después se disemina como una plaga entre los principales protagonistas, es la misma tragedia que domina actualmente a las personas, sociedades, organizaciones, a los líderes políticos del mundo, siendo la demostración que nuestro planeta se encamina a ser una sociedad plagada de egoísmo e indiferencia, dos sentimientos que nacen en el interior del ser humano y como la economía se están globalizando y abarcando hombres, cubriendo sociedades, en nombre de esa ceguera y de la intransigencia se han organizado conflictos mundiales, regionales y locales que han causado millones de muertos, y seguramente en el futuro causarán la desaparición de la civilización, en nombre del desarrollo y de esos sentimientos, cada día mueren más niños en el mundo y en nuestro país para referirnos algo más cercano.



martes, 17 de julio de 2012

Breve ensayo: La interminable espera de Florentino Ariza en “El amor en los tiempos del cólera”, de Gabriel García Márquez.


                              
En esta obra, Gabriel García Márquez nos relata los inmensos caminos, vericuetos y laberintos del amor, de la forma cómo nace y se presenta. Los sinuosos senderos que ese sentimiento debe recorrer, para llegar finalmente a cristalizarse, hacerse una realidad, aún pese al tiempo transcurrido como es el caso de Florentino Ariza quien por más de cincuenta años persistentemente se mantuvo enamorado de Fermina Daza. En esos largos años, él como todo macho, tuvo muchos amores de todo tipo y color, ninguno dejó huellas en su ser. Amaba a Fermina mucho antes de haberla conocido, la idealizó por siempre.

                        (…) Entonces él extendió los dedos helados en la oscuridad, buscó a tientas la otra mano en la oscuridad, y la encontró esperándolo (…) (García Márquez 447), Fermina Daza y Florentino Ariza habían emprendido un viaje en vapor por el río Grande de la Magdalena, ella con la intención de olvidar a su marido fallecido y aclarar sus sentimientos por su acompañante.

                        (…) Es increíble como se puede ser tan feliz durantes tantos años, en medio de tantas peloteras, de tantas vainas, carajo, sin saber en realidad si eso es amor o no (…) (García Márquez 448), Fermina luchando intensamente con sus dudas, tratando de aclarar sus vacilaciones ante la cercanía de Florentino, sentados a la luz de la luna, en el camarote principal viendo el río desde el mirador privado.

                                    El viaje demoró porque el vapor se quedó sin leña, estuvieron varios días varados, mientras la tripulación recogía leña. Allí la pareja reinició un romance guardado por más de cincuenta años, con la madurez y tranquilidad que el tiempo deja en las personas, tratando de entender y encontrar una respuesta a sus destinos. Él abandonó el camarote a media noche.

                        Ella quedó pensando en él hasta la madrugada (…) no como el centinela desolado del parquecito de Los Evangelios… sino como era entonces, decrépito y rengo, pero real: el hombre que estuvo siempre al alcance de su mano, y no supo reconocerlo (…) (García Márquez 449). 

                        Cincuenta y un años atrás Florentino Ariza a la edad de veintidós vivía con su madre Tránsito Ariza, ella manejaba un negocio de mercería, producción de algodón de ropa vieja deshilachada y también casa de empeños, a la que acudían las damas de alcurnia del lugar, para empeñar o alquilar las joyas que lucían en los grandes acontecimientos del pueblo.

                        Don Pio Quinto Loayza era el mayor de tres hermanos dueños de la Compañía Fluvial del Caribe, era padre de Florentino Ariza, quien no llevaba el apellido del padre porque no lo había reconocido oficialmente,  pero no descuidaba los gastos de su hijo, los que entregaba a su madre semanalmente.
                         Pio Quinto murió cuando su hijo tenía diez años y se hizo cargo de su manutención León XII Loayza hermano de su padre. Florentino abandonó los estudios y consiguió trabajo en la oficina postal, donde ordenaba las sacas, organizaba la correspondencia y avisaba al público.           

                        El telegrafista de origen alemán Lotario Thurgut, quien tocaba el órgano en al iglesia se encargó de enseñar a Florentino a tocar el violín. Lotario vio que Florentino era un joven despierto, un buen bailarín, muy solicitado en su medio social, además recitaba de memoria poemas románticos y llevaba serenatas de violín a las enamoradas de sus amigos.

                        Florentino era de contextura delgada, de cabellos lacios, usaba anteojos, además sufría de estreñimiento crónico por lo que utilizaba purgantes continuamente. La madre le mantenía en buenas condiciones la ropa que usaba diariamente que era la única que disponía. Pese a ello las muchachas hacían sorteos para ver quien se quedaba con él.       

                        Una tarde Lotario le encargó llevar un telegrama a alguien sin domicilio conocido que se llamaba Lorenzo Daza,  la casa estaba ubicada en el parquecito de Los Evangelios, era una casa derruida con una criada descalza que lo condujo a su interior, allí ubicó a Lorenzo Daza quien recibió el telegrama con buenas noticias, le entregó los cinco reales y lo despidió.

                        Al pasar por el pasadizo para salir de la casa, Florentino vio por la ventana del cuarto de coser a una niña, la más bella que él había visto hasta entonces, al parecer siguiendo la lectura  de un libro con una persona mayor, ella volteó la vista para ver quien pasaba y las miradas atravesaron la distancia que las separaba, se encontraron y nació el amor de golpe, a primera vista.

                        A partir de ese momento Florentino averiguó todo lo referente a Lorenzo Daza  quien había llegado de San Juan de la Ciénaga con su hija Fermina de trece años  y su hermana Escolástica de cuarenta años, su madre había muerto y la tía criaba a Fermina. La niña estudiaba en el colegio de la Presentación de la Santísima Virgen, donde las señoritas de la sociedad  aprendían el oficio de ser buenas esposas y madres.

                        (…) al contrario de las otras alumnas que iban al colegio en grupos o acompañadas por una criada mayor, Fermina Daza iba siempre con la tía soltera (…) (García Márquez 80), Florentino constató que esa conducta obedecía presuntamente a disposiciones del padre de Fermina, para que nos se distraiga en el camino.
                        Todos los días muy temprano, Florentino Ariza fingiendo leer un libro de poemas se apostaba a la sombra de los almendros  en el parquecito de Los Evangelios, para vigilar secretamente a su amor platónico, la observaba cuando Fermina salía enfundada en su uniforme de rayas azules, las medias con ligas hasta las rodillas y una sola trenza en los cabellos.

                        (…) Florentino Ariza la veía pasar de ida y vuelta cuatro veces al día, y una vez los domingos a la salida de la misa mayor, y con ver a la niña le bastaba (…) (García Márquez 82)

                        Por esos tiempos Florentino debido a su timidez tuvo que improvisar una manera de acercarse, por lo que decidió entregarle una nota, que preparó con su mejor inspiración y letra, sin embargo la presencia de la tía lo cohibía y no podía entregarle en sus manos, no se presentó la  oportunidad para hacerlo, la carta poco a poco se fue engrosando.

                        Tránsito la madre de Florentino al conocer las inquietudes amorosas de su hijo se conmovía hasta las lagrimas, ella trató de orientarlo, lo aconsejó con sus sabias recomendaciones de madre (…) el primer paso, le dijo, era que ella se diera cuenta de su interés (…) (…) pero sobre todo a la primera que tienes que conquistar no es a ella sino a la tía (…) (Garcías Márquez 83)

                        Por el lado de Fermina Daza, para ella ni para la tía, Florentino no había pasado desapercibido, cuando Fermina  descuido la lectura en el cuartito de costura por unos segundos y vio a Florentino, quedó impresionada desde el momento que se encontraron sus miradas (…) Florentino Ariza lo había impresionado por su aura de desamparo (…) (García Márquez 83)

                        Fermina reconoció a Florentino desde que lo relacionó con la visita que le hizo a su padre cuando le entregó el telegrama, luego al verlo todos los días en el parquecito leyendo bajo los árboles, también los domingos a la salida de la misas, la tía sospechó que no podía ser coincidencia la presencia de Florentino.

                        Por su lado Fermina aún estaba a salvo del sentimiento del amor, aunque a la tía Escolástica la emocionaba que un hombre estuviera interesado en su sobrina, pero a Fermina lo impresionó la apariencia de enfermo que tenía Florentino, la tía concluyó finalmente que por su apariencia Florentino estaba enfermo de amor.

                        Así transcurrieron los meses, pronto llegaron las vacaciones Fermina y la tía Escolástica permanecían sentadas bordando en la parte exterior de la casa y Florentino desde el parquecito contemplaba a su amor inalcanzable, a finales de enero la tía Escolástica ingresó a la casa y Florentino aprovechó para entregarle la carta.
                        (…) lo único que le pido es que me reciba una carta-le dijo (…) (García Márquez 87) los deseos tantas veces acariciados, poniendo suavemente en sus manos, no satisfechos por su propio apocamiento ante la presencia de Fermina, chocó cuando recibió la respuesta negativa de ella y guardó apresuradamente la carta, pero antes replicó (…) consígalo (…)  es un asunto de vida o muerte (…) (García Márquez 87)

                        Quedaron en que Florentino volvería todas las tardes hasta ver que ella intercambiaba asiento con la tía Escolástica, esa era la señal convenida para recibir la misiva, que con tanta inspiración había escrito Florentino todos los días en la soledad de su cuarto y ante la tristeza de Tránsito, su madre.           

                        Así, una tarde cualquiera entregó Florentino a Fermina una carta, en la que le juraba fidelidad y amor para siempre, no los setenta folios escritos a puño cerrado con las ansias amorosas atenazando su corazón, sino una simple esquela con un mensaje muy profundo que sobrecogió a Fermina, fue el inicio de la relación epistolar muy fuerte.

                        La respuesta de Fermina demoró muchos días, mientras tanto Florentino por su impaciencia sufrió desordenes estomacales y vómitos, su madre pensó que lo había atacado el cólera, Florentino se dejó ganar por el desanimo y la desidia, estaba muy distraído en el trabajo y confundía las actividades y causaba caos en el muelle.

                        LotarioThurgut tenía una doble vida en el día atendía en la agencia de telégrafos y era el jefe de Florentino, por las noches llevaba una vida disipada buscando en los trasfondos del puerto aquellas mujeres que vendían sus favores a cambio de dinero.

                        Al ver a Florentino en estado anímico calamitoso, abandonado y confuso, lo llevó para que buscara nuevas sensaciones con otras mujeres y olvidara a Fermina, él le escogía las “pájaras de la noche”- como les decía-  más apetecibles, pero Florentino había decidido perder la virginidad solo por amor y ese amor por ahora era Fermina.

                        Había transcurrido un mes desde que entregara la carta a Fermina y no obtenía respuesta, él continuaba leyendo bajo la sombra de los árboles en el parquecito, hasta que Florentino tomó valor y se enfrentó a Fermina en presencia de la tía Escolástica (…) hágame el favor de dejarme solo con la señorita (…) tengo algo importante que decirle (…) (García Márquez 94)

                        Fermina se había informado de la vida de su pretendiente taciturno, ella no se explicaba por qué había aceptado la carta, no era el tipo de hombre que hubiera escogido, pero las celadas del amor son inspiradoras y su curiosidad la hizo caer, incluso no pensó seriamente en dar una respuesta a la esquela, ante la insistencia de Florentino quedó en darle antes que terminara las vacaciones del colegio.
                        La tía Escolástica hizo de cupido y llevó la respuesta a la oficina de telégrafos, la respuesta emocionó a Florentino, se inició un romance entre ambos que no tenían vida sino para pensar en ellos mismos, no tuvieron nunca la oportunidad de verse a solas.

                        Mientras las cartas iban y venían diariamente, encontraron los escondites más escabrosos donde dejaban y recibían sus cartas de amor, no quedó ni un hueco en la ciudad que no conociera la escritura de ambos.

                        A los dos años de amoríos por correo, Florentino le propuso matrimonio a Fermina en una carta de un solo párrafo, ella entre sorprendida y miedosa le contó a la tía Escolástica quien muerta frenesí dijo (…) contéstale que si- le dijo la tía Escolástica (…) (García Márquez 102)

                        La madre de Florentino estuvo de acuerdo, impuso un plazo de dos años que aceptaron, ella  investigaría la vida de Lorenzo Daza, no se conformó con lo que conocía. Mientras la guerra entre liberales y conservadores seguía en el monte, las cartas derivaron en una confianza de esposos.

                        Faltando cuatro meses para la fecha prevista para el matrimonio, se presentó en su oficina Lorenzo Daza, Florentino se puso lívido y cambió de colores,  pero se dejó llevar por el padre de su novia, iban hablar de hombre a hombre, había descubierto los amoríos de su hija.

                        El amor de ambos jóvenes ya no era un secreto, las monjas del colegio habían descubierto las cartas de amor que Fermina escribía, ante la eminente expulsión del colegio el padre se enteró y dedujo que esta relación no prosperaría sin la complicidad de su hermana Escolástica, a quien embarcó en el primer vapor sin rumbo fijo.

                        Los argumentos del padre por separar a los enamorados chocaban con la impetuosidad y seguridad que daba la fuerza del amor a Florentino. Este afanoso enamorado nunca sucumbió ni a las amenazas de muerte del padre, ni a los improperios (…) no me fuerce a pegarle un tiro (…) (…) péguemelo no hay mejor gloria que morir por amor (…) (…) ¡Hijo de puta! (…) (García Márquez 116)
                       
Lorenzo Daza esa misma noche se llevó a su hija Fermina en un viaje largo, fue un viaje accidentado por la cordillera andina no exenta de accidentes y pérdidas de vida, Lorenzo Daza cometió el error de comunicarse por telégrafo son su primo Lisímaco Sánchez, de esa manera Florentino Ariza sabía adonde iba su amada.
                        La comunicación siguió entre ambos con el añadido del santo y seña convenido “Diosa coronada”, planearon con meticulosidad las actividades para su vida en común. Fermina regresó por vapor año y medio después que su padre la arrancara de su ciudad, ilusionada por encontrarse con Florentino.

                        Fermina dedicó los primeros días a arreglar y poner en orden la casa paterna, ayudado por Gala Placidia una negra multa que era su compañía desde que la tía Escolástica fuera extrañada de su casa. Salía a recorre la ciudad en plan de compras, mientras Florentino la seguía todas partes admirando la madurez de su belleza y el garbo y prestancia al caminar, sin lograr acercarse demasiado para encontrarse.

                        Florentino no soportó más la espera de conversar con ella, la abordó en el mercado de dulces (…) este no es un buen lugar para una diosa coronada (…) (García Márquez 143) Grande fue la sorpresa de Fermina al escucha la voz de Florentino a sus espaldas (…) ella volvió la cabeza y vio a dos palmos de sus ojos los otros ojos glaciales, el rostro lívido, los labios petrificados de miedo (…) (García Márquez 143)

                        Fermina sufrió una gran decepción al reencontrarse con el que hasta entonces era la ilusión más grande de su adolescencia, alcanzó a pensar- pobre hombre- (…) No, por favor- le dijo-. Olvídelo (García Márquez 144). Esa tarde le envió una carta con Gala Placidia de dos líneas “Hoy, al verlo, me di cuenta que lo nuestro no es más que una ilusión”.

                        Para olvidar el mal de amores Florentino consiguió otro puesto en una ciudad lejana, se embarcó con desesperación en un vapor por el río Magdalena, pero el amor pudo más y regresó después de diez días de viaje, ya Fermina se había casado con el doctor Juvenal Urbino y viajaba a Europa de luna de miel.

                        Florentino se dedicó a trabajar en la compañía naviera de su padre con su tío  León XII, poco apoco fue escalando y mejorando su posición social y económica, los esposos Urbino- Daza regresaron de Europa, tuvieron dos hijos un varón Marco Aurelio y una mujer Ofelia, desarrollaron su vida social.

                        Durante más de cincuenta años Florentino rogó, pidió y oró para que su rival de amores muriera, él tuvo una vida sexual muy dinámica, igual con prostitutas, como con viudas, mujeres jóvenes, maduras y viejas, no le interesaba el color de la piel, blancas, negras y multas pasaban por su cama. Nunca fue plenamente feliz, siempre tuvo en su pensamiento a Fermina, un amor inalcanzable.

                        La muerte del doctor Urbino, sorprendió a Florentino en la cama después de hacer el amor con América Vicuña, una niña que podría ser su hija y que mantenía a la muerte de sus padres, llevó a la niña al internado y se presentó en la casa de Fermina bien vestido para dar el pésame, por fin se le hacía realidad sus ruegos.

                        (…) Fermina-le dijo-: he esperado esta ocasión durante más de medio siglo, para repetirte una vez más el juramento de mi fidelidad eterna y mi amor para siempre(…) (García Márquez 74) Fermina lo miró sorprendida y aturdida, quiso maldecirlo pero el momento se lo impidió, solo atinó a decirle que se largara (…) Y no te dejes ver nunca más en los años que te queden de vida(…) (…) que espero sean muy pocos (…) (García Márquez 74) . Pasaría mucho tiempo antes que Fermina perdonara a su galante enamorado y fiel.

                        El enfoque de García Márquez en esta novela sobre el amor, lo visa desde una perspectiva sin unión y lo presenta como una enfermedad sin remedio. Florentino, débil, flaco, y triste esta descrito por Hildebranda prima de Fermina como todo amor, puro amor. Florentino demuestra el dolor extremo que es posible sentir al no ver cristalizados sus sentimientos y no poder realizar una relación con la mujer que ama. 

                        La unión entre el doctor Urbino y Fermina es sin amor, se casaron solo por conveniencia y respeto a los convencionalismos de la sociedad. Aun en la semana de su luna de miel se dan cuenta ambos, que su relación no será uno de amor. Urbino es consciente que no amaba a Fermina. "Se había casado porque le gustaba su altivez, su seriedad, su fuerza, y también por un pizca de vanidad suya" (García Márquez 229)

domingo, 15 de julio de 2012

ANÁLISIS DEL CONTENIDO TEMÁTICO DEL CUENTO “DIRECCIÓN EQUIVOCADA”


De: La palabra del mudo, Antología, Julio Ramón Ribeyro. 

Los personajes de este cuento son Ramón, un cazador de deudores morosos y Fausto López, dueño de una imprenta de mano y deudor moroso que fácilmente se escabulle de sus deudas.

El principal eje temático de este cuento es la morosidad y la forma cómo el cobrador ubica a los deudores, aunque muchos de ellos se escabullen del cobrador, valiéndose de argucias.

El personaje forma parte del paisaje de ésta selva de cemento llamada Lima, Ramón es un hombre aparentemente maduro, cansado de la actividad que realiza, aburrido, al parecer este es su único sustento de vida, no siente satisfacción por lo que realiza, fácilmente se deprime, podría ser catalogado como un tipo conformista.

Su principal actividad es ubicar deudores morosos de la empresa en que trabaja, carece del entusiasmo que requiere esta actividad, porque muchas veces ha visto frustrada sus gestiones al no encontrar a los deudores buscados, con la consiguiente pérdida de tiempo y del escaso dinero que gana; demuestra además falta de seguridad en sus acciones y fácilmente se deja ganar por la desazón, porque  para esta labor debía recorrer diversos lugares; como en este caso, para encontrar a López debe desplazarse hasta Lince, aquellos años, un distrito polvoriento ubicado entre Lima y los balnearios del Sur, carente de servicios básico de agua y desagüe.

Era el año 1958, gobernaba Manuel Prado y Lince había surgido 20 años atrás producto del tráfico y especulación de tierras. Ramón no es capaz de enfrentar hechos imprevistos, como cuando ubica la casa de López, toca la puerta y quien sale es la esposa de éste, lo cual sorprende a Ramón  probablemente por ser simpática no atina a reaccionar, no pregunta por el deudor, más bien busca disimular su verdadera intención, busca una oportunidad de conquista, para alargar la conversación, se le prende el foquito y le ofrece en venta radios.

La mujer probablemente siguiendo indicaciones del marido, rechaza la presencia del cobrador, no desea comprar y le cierra el postigo violentamente. Ramón opta por retirarse herido en su amor propio, solo atina a colocar en el expediente “Dirección equivocada”, el cazador de deudores, termina ligado por una mujer aparentemente bella.






sábado, 26 de mayo de 2012


Reflexiones humanas…

Cuando yo llegue adonde tengo que llegar, a mi destino incierto, no será porque tú pusiste una grada de arena, sino porque yo puse el alma y el corazón; entonces, nadie podrá oponerse, quién podría decir algo, si el tiempo se apagó, se acabó  tristemente y tú, no estabas allí.

Cuando haya caminado ese incierto y largo sendero entre los dos, lleno de arenas movedizas, dunas y simas profundas; entonces, qué me quedará como hombre, quizás contemplarte en silencio, mirar nuestro desierto amor,  que no se llena  con nada, y nada realmente,  es nada finalmente.

Cuando tu mirada se pose en el bosque desértico del amor que un día fue, que se perdió en un sendero abrupto, en una pendiente deforestada, huérfana de pasión y lánguida; entonces, las campanas de la iglesia tañerán con pena y nostalgia, recordando tus pasos trémulos en sus baldosas.

Creo en el poder de la naturaleza, de un Dios hecho hombre, en sus enseñanzas desdeñadas injustamente por los hombres, piensan que no existe ese poder y entonces el cielo es azul como siempre, la luna y el sol se turnan cotidianamente, no hay forma de disimular lo que ya está escrito.  

Cuando camine las sendas de la vida, estaré solitariamente feliz, o me acompañará tu amor para ser entero, no sé, quién sabe, quizás como tú  conoces, el secreto de la felicidad  queda por descubrir, y yo simplemente espero, tengo toda la paciencia del mundo.  

El tiempo no perdona...



Aunque el tiempo no perdona, la lumbre de tu vela se apaga, la tenue oscuridad de tu rostro se disipa y la noche llega con sus intimidades y desvelos.

Te digo convencido, tenemos un norte, sabemos adónde vamos, no debemos esperar, lía tus bártulos y sígueme, ambos abriremos trochas profundas.

Aunque todo parezca o sea confuso, un caos, al final venceremos, porque estamos hechos de acero y no traicionamos nuestro sueño.

Seguro, hay un mañana diferente, con otro sol y otra luna, con otro color del tiempo, con otra historia de amor, una buena oportunidad.

Quizás, mañana todo podrá cambiar, como cambia el tiempo, como cambian las nubes al amanecer y la intensidad de los rayos del sol.

Todo es cambio y evolución, cambian las hojas del bosque en el otoño, cambia tu mirada frente al espejo, que devuelve nuestra imagen gastada por los años…



domingo, 13 de mayo de 2012

Así eras tú



Moviéndote al galope entre nubes sucesivas                                                                              así eras tú, amada durmiente.    
                                                                       
Blandiendo al viento tus cabellos                                                                                                    así eras tú, deseada deidad.  
                                                                     
Bosquejando garabatos en el aire                                                                                                  así eras tú, pintora de la vida.  
                                                                                                         
Así eras tú, en tus días soleados,                                                                                                     en tus noches friolentas                                                                                                                        y en tus sueños dormidos.

Así eras tú, tus pies en la arena húmeda,                                                                              rompiendo miradas profanas                                                                                                                         y despejando olas inertes.    
 
Así eras tú, un despertar nuevo cada día,                                                                                                 una sonrisa alegre,                                                                                                                                                             y un corazón inmenso.                                                   

jueves, 26 de enero de 2012

Tarde de nostalgia.

La tarde estaba gris y llena de tristeza arrastraba una soledad repleta de nostalgia que se perdía a borbotones en el infinito dejando una honda congoja en su ser. Y triste se sintió…

Mil veces gritó en silencio, su pesar el infinito solo guardó mutismo lúgubre qué fue de ella se preguntó dos veces no encontró la respuesta adecuada. Y calló su sufrimiento…

Una lágrima hacía esfuerzos por liberarse su ánimo acometía para no dejarla salir sus ojos se tornaron desconsolados mil ideas caminaron por su cerebro. Y pensó en su dolor profundo…

Por qué partió sin un adiós y sin besos, qué fue de sus mil promesas juradas dónde quedó ese amor inacabado finalmente se postró y suspiró como un niño. Y lloró en silencio…

Y triste se sintió en medio de la nada calló su sufrimiento con dignidad pensó en su dolor profundo y lloró en silencio...