Hoy, amanecí como todos los días
el sol salió en el horizonte senil
estuvimos esperando su dúctil sabor
para amar sin dicterios, sin deslices
Te amé sin convicción, casi decadente
casi, cayendo en la sima del océano
casi llorando sin lagrimas
así, te amé, con fiereza, con fuerza.
Y lloré cuando te fuiste, silenciosamente
como cuando ,llegaste por dos días
te ausentaste abruptamente
y esperamos amarnos hasta el fin.
buscando tu mirada, sintiendo tu aliento
respirando tu ser, buscando tu sexo
te amaré como tú quieres, como lo deseas.
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