Monte lúgubre, crucifixión, dolor,
penas, oraciones, lamento,
llanto, tristezas y sahumerios.
Jesús agoniza cada día, en esa esquina, en ese bar,
en cada troncho, en cada alma de niño,
en cada niña desnuda en la selva de cemento.
El monte en tinieblas como la vida,
lágrimas en las mejillas,
todos los creyentes hincados.
Oscuridad en el firmamento,
temor en los rostros patibularios,
sudoración y nerviosismo.
Huyen despavoridos, veloces
ojos cerrados, escudriñando sus almas
con sus propios pecados a cuestas.
¿La conciencia existe?
En los sueños de los pobres…
No hay comentarios:
Publicar un comentario