Cuando te miro me olvido
de todo, del mundo, de las estaciones, de las personas, del agua, del viento,
del sol y de mí mismo.
Mil recuerdos tuyos
regresan en un flash back a mi mente, tan rápido que un milisegundo es corto en
amplitud.
Me pregunto muchas veces, para
qué recordar las cosas bellas que nos regaló Dios si tú estás ausente, no tiene
sentido.
No sé qué tiene tu mirada que me embelesa, me
atrapa, me secuestra y me conmueve al mismo tiempo.
Dejo de hacer lo que estoy
haciendo y me concentro en ti, solo en ti y aunque sé que estás muy lejos.
No puedo sino sentir cómo
se acelera mi corazón, cuando tu recuerdo viene a mi mente y permanece
imborrable.
Dónde estás mujer, quién
se adueñó de tu sonrisa o que obstáculos te impiden regresar, qué ríos profundos
te demoran.
Por qué no te comunicas,
el skype está silencioso, todas las tardes prendo la lap top, esperando te
conectes y nada.
Qué haces en tu tiempo
libre, aún me recuerdas como yo, o me olvidaste pronto, dime mujer que la
ansiedad me mata.
Mis días solitarios y
ausentes se llenan con el recuerdo de tu sonrisa, tu alegría y a veces de tu
rictus de tristeza.
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