El personaje principal de este cuento es Guillermo Ojeda, un anciano peruano color de ébano, quien tiene 112 años de edad y vive interno en un asilo francés.
El Eje temático principal de este cuento, es la pena que embarga a Ojeda y la gran consternación en que vive sumido este personaje, que hace un paralelo y compara su vida de interno, con la famosa película “De aquí a la eternidad”.
Relaciona la pulcritud, limpieza y la blancura de las instalaciones, ropa y aún la dieta insípida que se parece a la de cualquier hospital, con el color albo del más allá, considera además al asilo como un paso previo o una antesala hacia la muerte; cargada además con la insistencia de madame Tiennot la enfermera.
Es un hombre que se lamenta no hablar correctamente el francés y mucho menos el alemán idioma al que considera ingrato, además de vivir en carne propia las limitaciones propias de la edad como la falta de visión, una sordera incipiente y la presencia del Alzheimer en cada uno de sus recuerdos.
Pese a su edad se sentía joven en comparación a Henriette Salomón, hermosa mujer de nacionalidad alemana, su antigua compañera de estudios en la Universidad, la que ya había fallecido hace muchos años. Por ella emprendió los estudios del idioma teutón. Para nuestro personaje el día y la noche no tenían mucha diferencia porque las veía de color blanco, la razón de ello es porque era invidente y le daba igual que se apagaran las luces o las prendieran sea noche o día.
En una visión retrospectiva de su vida, trajo a su mente el recuerdo de su amiga entrañable, Debbie Schulz, una norteamericana de origen alemán, que además era su profesora de este idioma, posteriormente se convertiría en su confidente y finalmente en su amante. Inicialmente él estuvo estuvo solapadamente enamorado, pero por su complejo de inferioridad jamás le dijo nada respecto a sus sentimientos hasta que ella tomara la iniciativa...
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