De: La palabra del mudo, Antología, Julio Ramón Ribeyro. Ed. MILLA BATRES
Los personajes de este cuento son: el embetunado Roberto López, chico pobre del distrito de Miraflores, hijo de la lavandera del barrio y de un vaporino blancón, Queca la chiquilla más simpática de la collera, hija de un empleadito y que atraía todas las miradas de los púber, dueña de un complejo de superioridad, y los otros muchachos del barrio eran, Lucas Tramontana, "peluca" Rodríguez, el "chancho" Gómez y el relator que no se ha identificado, también el Chalo Sander al parecer primer enamorado de Queca, luego vendría Billy Mulligan, hijo de un funcionario del consulado de EE.UU.
El principal eje temático nos muestra a un personaje acomplejado por su color, su origen pobre, por la diferencia marcada en su educación de colegio fiscal, frente al de sus amigos y porque frecuenta un grupo humano que desde muy niños crecieron en Miraflores un barrio pituco donde la mayoría es de piel blanca, de clase acomodada y acude a buenos colegios.
Roberto López es de esos tipos que imitan todo, que odian su origen y que quieren olvidar el color de su piel, conforme va creciendo va adoptando una serie de actitudes por tratar de mejorar su imagen, de impresionar a sus amistades no solo con su manera de vestir, sino creándose en sí mismo un personaje que dista mucho de lo que realmente es, que adopta un estereotipo distante y distinto, como es el de los “green go´s”. Trata de marcar la diferencia masticando un ingles decepcionante, estudiaba en casa por falta de recursos para hacerlo en una academia.
La intención y el deseo de ser atractivo para las mujeres, no solo lo lleva a plancharse sino a teñirse el cabello de rubio con abundante agua oxigenada, que era el tinte barato de la época, también busca vestirse como un autentico americano, acude a los remates de ropa americana, alimentando su ego y siendo considerado un pretencioso por su misma familia, pues hasta fumaba cigarrillos Lucky.
Roberto López trabaja en la pastelería de los Morales, este también siente la animadversión de su patrón que era un mestizo, con costumbres regionales propias y no aceptaba que su empleado viniera disfrazado, pues cuidaba la imagen de su negocio, fue despedido y contratado a trabajar en el Bowling de Miraflores, donde incremento su inglés y se relacionó con extranjeros, este hecho hizo que adoptara el nombre de Boby López, luego se matriculo en el Cultural Peruano Norteamericano para estudiar Inglés formalmente, aquí conoce a José Mogollón que se hará su amigo inseparable.
Posteriormente vivirán juntos en un cuartucho, luego viajarán a los EEUU y se juntarán con todos esos individuos de otras partes del mundo, que tienen los mismos sueños, las mismas visiones sobre la vida, con una admiración extraña hacia todo lo que es americano y por no regresar acabada la bolsa de viajes, pugnarán por inscribirse e ir a defender una bandera en un País lejano, luchar por un país que no es de ellos, ni lo sienten así, salvo por la promesa de obtener la residencia al regresar, claro si llegaban vivos, finalmente el destino adverso le jugo una mala pasada a Boby López éste perdió la vida en combate y la pensión, su amigo Mogollón perdió solo un brazo, regreso a Lima a vivir de la pensión de veterano.
El final de Queca también es dramático, casado con Mulligan, se muda a EEUU, donde le da un trato despectivo, el mismo que ella le daba al zambo López. Con ella se hace realidad ese antiguo dicho, “con la misma vara que mides, serás medida”.