¿Tiempo dónde estás?
¡Tiempo!,
¡tiempo!, ¡tiempo!
Quién
tuviera el poder de detenerte,
quién te pudiera
retroceder,
quién
pudiera regresar a la edad de los sueños,
¡Tiempo!, pasas
invariablemente, inclemente y
desapasionado, dejando huellas en manos y rostros
¡tiempo!, cuando
me percaté de ti,
pasaste como
exhalación en un milisegundo.
No era ya,
un niño, ¡ya no!, habían pasado años,
tampoco un
adolescente, mucho menos un adulto,
sino un venerable
anciano, con arrugas y canas
qué
explicación podría pedir al tiempo,
En mi mente
se agolparon vivencias gratas e ingratas,
mi niñez,
adolescencia, juventud, adultez
el largo
camino de la vida castrense,
diferentes
guarniciones donde serví a mi patria,
cambios de
colocación, viajes agotadores, algunos cortos otros muy largos
Desiertos, valles
y serranías se sucedieron sin fin
la larga y
gris carretera Panamericana cual serpiente
en la selva
agreste, selva de cemento y hormigón… donde se ocultan intenciones, deseos y
apetencias mundanas.